Las historias plasmadas en los libros y cuentos de hadas muchas veces son bellos mundos cargados de mitos, princesas, duendes y hasta unicornios. Un paraíso lleno de magia que nos hace sentir tal como los personajes, o en otras ocasiones, nos terminamos enamorando de sus protagonistas. Sea como sea, son una clara fuente de inspiración para nosotros.

Pero hay que recordar que en tales fábulas no todo es fantasía, ya que hay muchos personajes de ficción que han desatado grandes síndromes contemporáneos, los cuales en la actualidad han sido adoptados por un gran número de personas.

Plano en que los diferentes ídolos literarios esconden también un lado misterioso, ese que en un par de ocasiones está latente pero nadie desea ver. Sin embargo, tales comportamientos hoy forman parte de un par de patologías detectadas por los especialistas en Salud Mental.

Expertos que le han dado un nombre a tales conductas un tanto “extrañas” sacadas del cine y la literatura. Razón por la que la revista científica española Muy Interesante realizó un listado con 6 síndromes, cuyos nombres han sido tomados de los cuentos de hadas.

1- Síndrome de Alicia en el país de las maravillas (micropsia)

Es un trastorno que afecta directamente la percepción del tamaño que vemos las cosas específicamente hace que todo lo veamos más pequeño de lo que realmente es. Es una patología que afecta en su mayoría a niños o adultos que padecen de fuertes migrañas (dolores de cabeza).

Tal síndrome está asociado a otras ilusiones ópticas como la palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no existe una percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer los rostros de las personas).

Quienes padecen micropsia sufren de alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como de distorsión de la imagen corporal, lugar y tiempo en el que está situados.

Según afirma el portal de noticias de bienestar Salud 180, pese a las pruebas de diagnóstico realizadas hasta la fecha, aún no se logra identificar ningún área cerebral específicamente afectada por este trastorno, los resultados de los estudios realizados en pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que podría explicar las quejas visuales de los pacientes.

Según la historia de la literatura, se rumorea que el creador de este personaje (Lewis Carroll) padecía de fuertes migrañas, y que al momento de escribir este cuento estaba bajo los efectos de estos fuertes síntomas (migrañas).

Alice in Wonderland

Alice in Wonderland

2- Síndrome de Rapunzel

El nombre Rapunzel se hizo conocido gracias al cuento de los hermanos Grimm, en donde una princesa encerrada en un castillo (por una bruja) espera que un príncipe la salve, el cual trepará por el edificio sostenido de la larga cabellera de la chica.

Si embargo, la metáfora de aquella fábula se usa hace un par de años para nombrar a una rara obsesión que consiste en comerse el propio cabello, cuyo nombre científico es tricofagia.

Esta patología aparece descrita en la literatura por primera vez en 1889, pero no sería sino hasta 1987 que la psicología reconocería la conducta de comerse el cabello como un claro trastorno patológico.

Según lo publicado por Salud 180, esta patología sólo afectaría a una pequeña parte de la población, y se estima que padecen el síndrome entre el 0,6 y el 1,6% de los habitantes de todo el globo.

Asimismo, la trigofagia está relacionada directamente con la tricotilomanía, el hábito irresistible de arrancarse el cabello y el vello corporal. Trastorno que de no ser tratado podría acabar con la calvicie de quien lo padece.

Se calcula que, de los casos registrados de tricotilomanía, solo el 30% deriva en tricofagia, es decir, que sólo una tercera parte de las personas que tienen la conducta compulsiva de arrancarse el pelo luego se lo comen.

Rapunzel

Rapunzel

Los síntomas más comunes del particular Síndrome de Rapunzel son: Dolor abdominal, náuseas, pérdida del apetito, vómitos, pérdida de peso, sangrado o perforación intestinal.

Asimismo, la primera consecuencia de esta patología es la formación de un tricobezoar (una bola de pelo que causa obstrucción en las paredes del intestino). Debido a que el pelo no es algo que se digiera, éste se acumula junto con los restos de comida y fluidos corporales hasta formar una pelota.

En la mayoría de los casos la realización de un escáner es el método perfecto para detectar aquellas bolas de cabello presentes en el aparato digestivo.

Asimismo, gingivitis o inflamación de las encías, diarrea y malabsorción de nutrientes son otras de las señales que padecen quienes tienen esta enfermedad. Para solucionar el problema, el paciente suele ser intervenido quirúrgicamente con el fin de extraer los tricobezoares (pelos). Dependiendo del tamaño y la cantidad consumida, será el médico quien decidirá si se hace una endoscopía o se interviene a través de una cirugía abierta.

3- Síndrome de Dorian Gray

Este cuadro psicológico fue descrito por primera vez en un simposio sobre medicamentos de estilo de vida y la medicina estética en el año 2000. El nombre hace directa alusión a la obra de Oscar Wilde “El retrato de Dorian Gray” en la que el protagonista, un hombre joven y guapo, mira un retrato recién pintado de sí mismo y desea que sea el cuadro quien envejezca y no él.

El síndrome de Dorian Gray, se caracteriza por una preocupación excesiva por el aspecto físico (dismorfofobia) acompañada por serias dificultades para hacer frente al proceso de envejecimiento corporal y la aceptación de la naturalidad.

Asimismo, es un trastorno psicológico que contempla una combinación de señales, tales como:

Dismorfofobia (trastorno somatomorfo) que consiste en una preocupación importante y fuera de lo normal por algún defecto percibido en el cuerpo, ya sea algo real o solo producto de la imaginación de quien lo padece; lo cual lleva a los pacientes a tener rasgos narcisistas extremos y una incapacidad para madurar de forma normal.

El retrato de Dorian Gray

El retrato de Dorian Gray

Debido a la importancia que le dan a la estética, con frecuencia estos pacientes son consumidores excesivos de productos médicos como restauradores del crecimiento del pelo; inhibidores de la absorción de grasas; medicación contra la disfunción eréctil; elevadores del estado de ánimo; dermatología cosmética (rejuvenecimiento láser) y cirugía estética.

De no tratarse esta patología, quienes lo padecen podrían caer en severos cuadros depresivos llegando incluso a cometer intentos de suicidio por la angustia que les crea no poder controlar la pérdida de su juventud y belleza. O otros casos, existe un descontrol desmedido por el abuso de drogas y alcohol como una via de escape a este “problema” que ellos están viviendo.

4- Síndrome de “Madame Bovary”

Algunos fanáticos de la literatura clásica habrán escuchado de Madame Bovary, una mujer que a lo largo de la historia sufre de insatisfacción afectiva crónica, ya que cree y por lo tanto busca un amor ideal que no existe.

Esta patología actual apunta a mujeres que sufren de insatisfacción afectiva crónica. Personas que se vuelven adictas al romance, y viven en la búsqueda de un amor ideal que está presente solo en los cuentos de hadas.

Tal situación por encontrar a su hombre “ideal”, les genera una larga cadena que las lleva de frustración en frustración, debido a su gusto por obtener relaciones imposibles y hasta un tanto inconvenientes.

Asimismo, es una patología que está directamente asociada a una especie de abandono y sobre-atención excesiva vivida por la mujer en su etapa de niñez, así como a experiencias traumáticas que las conducen a una necesidad por ser atendidas en todo momento por los hombres. Tales situaciones hacen que se esmeren tanto por buscar a ese hombre que ellas catalogan como“Perfecto”

Madame Bovary

Madame Bovary

En el caso del personaje ya mencionado, “Madame Bovary” cae en la ilusión de que cada hombre en turno parece reunir características ideales: razón por la que al conocer a alguien lo escucha embobada, lo sigue a todas partes, y en ocasiones se mimetiza con sus creencias, costumbres y gustos. Sin embargo, cuando se da cuenta de sus errores y de que no es lo que ella desea para su vida, es ella misma quien destruye la relación. La forma de hacerlo es reprochando el compromiso, creando peleas de la nada y siendo infiel a su pareja.

Momento en que decide que es el turno del siguiente hombre en su vida. El proceso puede ser veloz y los candidatos cada vez peores, pero siempre que conoce a alguien está con la misma ilusión de conocer al “hombre perfecto”.

Si bien es un trastorno asociado a mujeres, hoy en día el género masculino no está exento al síndrome, pues es sencillo percibir hombres enamoradizos. Cada nuevo amor es vivido con gran intensidad, se niegan a ver los problemas evidentes, y al caer en cuenta del error, suelen ser caídas dolorosas.

Quienes caen en este tipo de cuadros, se enfrentan a amores de tipo desenfrenados, pasionales y un tanto inestables.

5- Síndrome de Otelo

En la famosa obra de Shakespeare, el moro de Venecia Otelo termina estrangulando a Desdémona, su mujer de una manera muy injusta. El culpable no es el intrigante Yago, sino el propio protagonista que no es capaz de controlar sus celos enfermizos a pesar del esfuerzo de Emilia por convencerlo de que su esposa le ha sido completamente fiel.

En este plano este síndrome es una especie de patología delirante que tiene como manifestación la idea incoercible de deslealtad de su pareja. Quien lo padece encuentra indicios de infidelidad en argumentos o acciones absurdas.

Aunque puede aparecer en ambos sexos, este síndrome es más frecuente en los hombres. La razón fundamental tiene bases psicológicas y culturales. El apego real y simbólico a la figura de la madre actuaría inconscientemente generando sentimientos ambivalentes de amor-odio hacia las demás mujeres.

Quienes padecen esta “enfermedad”, presentan poder, dominación y fuerza sobre la figura femenina. En este tipo de relaciones los hombres quieren que su pareja se someta a todas sus reglas y cualquier conducta de autonomía de parte de ellas es vivida como sospechosa.

Otelo

Otelo

En este tipo de síndrome los celos no son necesariamente patológicos, sino que forman parte del capital de emociones que toda persona tiene. Se consideran síntomas de un trastorno psiquiátrico solo cuando dominan al sujeto e interfieren notoriamente en su vida de relación y en el resto de sus ocupaciones.

Algunos estudios asocian el síndrome de Otelo al Parkinson y Alzheimer, enfermedades neurodegenerativas. Otros trabajos explican la relación existente entre otro tipo de lesiones cerebrales y la manifestación de este síndrome. ¿Qué quiere decir esto? Que probablemente exista una razón fisiológica en el cerebro para la aparición o el agravamiento del síndrome de Otelo.

No es algo nada descabellado pensarlo. También nos sirve para señalar que es un problema físico y no solo una enajenación mental puntual.

6- Síndrome de Pollyanna

Pollyanna es una novela de Eleanor H. Porter publicada en el año 1913 en la que su protagonista, una niña del mismo nombre, veía siempre el lado positivo de las cosas, tal como si su vida se tratara de un juego o una fantasía.

Tal fue el éxito del ejemplar que se acuñó el término para referirse a todas aquellas personas que sufren una especie de “estados” en donde se muestran todo el día optimistas pero “de forma exagerada”

El principio de Pollyanna es la tendencia a la sobre-estimación de las probabilidades de ocurrencia de una alternativa, por ejemplo, se da en los juegos de azar o loterías, donde se sobreestima la probabilidad de que toque el premio. Hay una exceso de confianza.

A todos nos ha pasado en la vida real, sobre todo cuando se estima una probabilidad en la elección de algo, ya sea una compra, una carrera o simplemente un lugar donde vivir. Acá el exceso de confianza muchas veces puede resultar en algo terrible. En tales casos se emplean heurísticos o reglas sencillas a modo de atajo usadas cuando el problema es complejo o la información disponible no está totalmente completa.

Youtube

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La idea de usar heurísticos se debe a las limitaciones presentes en nuestro sistema cognitivo, si no fuera así, no nos harían falta y podríamos realizar razonamientos sin errores. Así, se suele dar la misma probabilidad de ocurrencia a las distintas probabilidades, se eligen las alternativas con el mejor resultado, o muchas veces la mejor de las peores opciones disponibles.

En otras ocasiones se apela a determinaciones intermedias, con las cuales se intenta reducir al mínimo el arrepentimiento después de la elección, o se elige la alternativa que ya conocen porque les resultan familiar y en algunos casos la de menos riesgo.