Sorprendido resultó Arnoldo Bórquez de 69 años, al ver que uno de sus animales había parido una cabra deforme. El caprino que nació con vida tenía ocho patas y cuatro orejas.

“La cabra parió un cabrito como a la hora de almuerzo y me fijé como que le quedaba por parir otro animalito, pero pasó el rato y dejé de hacerle caso. Pasaron las horas y llegó la noche, y me acuerdo de la cabra y la fui a ver. Allí me di cuenta que aún no podía parir así que la llevé a un pesebre y le saqué el cabrito”, recuerda el criancero que ha dedicado la mayor parte de su vida a la ganadería.

Pero el asombró vino después. Debido a la poca luz que había en el lugar, la señora de Bórquez llegó con una linterna para ser testigos de una situación que los impactó. “Cuando pusimos la linterna vimos que el cabrito estaba vivo y tenía 8 patas. Duró por lo menos una hora y media vivo, quizás si le hubiésemos dado de mamar habría vivido un poco más”.

El nacimiento de este animal se produjo cerca de las 20.00 horas de este lunes en la localidad de Churquenco, al interior de Punitaqui.

“Yo tengo muchos años de criancero y no entiendo qué fue lo que ocurrió, no sé cómo sucedió, yo de chico me dedico a los animales y nunca había visto un animal así, a lo más había visto unos pelados, con tres patas, pero jamás tan deforme como este, tiene la cabeza como un mono”, expresó el criancero.

Quien también pudo ver al extraño animal fue Carlos Valdivia, yerno de Bórquez. “Este animalito parecía un pulpo con tantas patas que tenía y el pobrecito murió a los pocos minutos de haber nacido”, dijo.

El propio Valdivia se encargó de hacer pública la noticia, trasladando al caprino a la ciudad para que expertos lo vieran. “Ojalá alguien de la universidad o un veterinario pueda hacerle muestras y exámenes para saber con certeza qué fue lo que ocurrió”, expresó.

El Ovallino contactó al médico veterinario Patricio Roco, quien informó que el extraño caso se debe a una malformación congénita. “Lo que ocurrió es algo no muy frecuente y se debe a los defectos de formación que se generan en el momento en que se gesta un embrión de un animal o un ser humano. Se trata de un teratógeno”.

Según el profesional, el extraño animal pudo haber sido en realidad dos cabras (mellizos) que se fusionaron al momento de la gestación.

Sebastián Gallardo | El Ovallino

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