El Banco Central de China devaluó este martes el yuan, que cayó casi un 2% frente al dólar, una decisión con la que las autoridades esperan reactivar la segunda mayor economía del mundo.

Esta sorpresiva devaluación apunta a impulsar las exportaciones y es la mayor fluctuación del tipo de cambio desde 2005, cuando las autoridades crearon el actual sistema de cotización de la moneda, también conocida como renminbi (“moneda del pueblo”).

El Banco Central colocó la tasa de referencia diaria en 6,2298 yuanes por dólar, frente al nivel de 6,1162 marcados el día anterior, lo que representa una caída de 1,86%, la más fuerte desde 2005 y el fin del acercamiento del yuan al billete verde.

En consecuencia, el dólar se cambiaba el martes por la noche a 6,3195 yuanes, frente a los 6,2096 de la víspera.

Este cambio se produce en medio de las especulaciones sobre la posibilidad de que China esté preparando una ampliación de la banda de flotación, dentro de la cual permitir que opere la moneda un 2% por encima o por debajo del tipo de referencia.

Pekín mantiene un fuerte control sobre la fluctuación de su moneda para evitar que “capitales golondrinas”, es decir entradas muy volátiles de inversores que salen abruptamente del mercado, puedan representar riesgos financieros que impliquen perder el control de su economía.

Esto ha hecho que el yuan sea mucho más estable que otras monedas de grandes países emergentes, por lo que una ampliación de la banda en la que la moneda pueda operar a más de 2% sería un cambio de gran magnitud.

Apuntalar las exportaciones

Detrás de este anuncio también está la voluntad de que la moneda sea incluida en la canasta de divisas del Fondo Monetario Internacional, que conforman los derechos especiales de giro de la institución con sede en Washington.

“Un ajuste razonable en el valor del yuan es bueno para las exportaciones chinas y también es bueno para que el yuan sea admitido en la canasta del FMI”, dijo a la AFP Liu Dongmin, director de finanzas internaciones de la Academia China de Ciencias Sociales.

“Este es un paso mayor para que el yuan sea liberalizado”, añadió.

Estados Unidos ha argumentado desde hace tiempo que el yuan cotizaba a niveles inferiores a los del mercado para ayudar a las exportaciones chinas.

“El valor de la caída del yuan frente al dólar va a presionar a Estados Unidos, que quiere que el yuan suba”, dijo la profesora asociada de la Universidad de Finanzas de Shanghai Qin Huanmei.

Por su parte, el Banco Central chino evitó pronunciar expresamente la palabra “devaluación”, explicando que estos cambios son simplemente “una nueva forma” de calcular la banda de flotación de la moneda.

La economía china creció en 2014 un 7,4%, su peor resultado en casi un cuarto de siglo, y este año la desaceleración ha sido aún más marcada, con una expansión de 7% en el primer semestre, aunque estas cifras están en línea con los objetivos del gobierno.

Apoyo a los exportadores

Del lado del comercio, las exportaciones chinas cayeron un 8,3% en julio respecto al mismo mes de 2014, a 195.100 millones de dólares.

Como reconoce Pekín, el encarecimiento del yuan estos últimos meses frente al euro y al yen ha penalizado duramente los intercamibos del gigante asiático, por lo que la depreciación del renminbi será bienvenido por los exportadores chinos.

Según Tom Orlik, economista del gabinete Bloomberg Intelligence, una depreciación del 1% de la tasa de cambio real del renminbi podría incrementar un 1% las exportaciones del país.

Esto ha reforzado los temores de devaluación por parte de otros países, especialmente las otras economías asiáticas, preocupadas por proteger la competitividad de sus propias divisas y exportadores.

Pero para Pekín, se trata de un arma de doble filo: una devaluación duradera del yuan podría acelerar los flujos de capitales fuera de