No es un secreto que dormir bien es un hábito importante para mantenerse joven y atento. Sin embargo, existen malas costumbres que restan eficiencia a esta acción y alteran los ciclos de sueño y el descanso.

Es por lo anterior, que expertos entregaron algunos consejos al diario electrónico estadounidense Huffington Post -en su versión en español- para que la hora de dormir sea un momento de total descanso y evitar permanecer somnoliento durante el resto del día.

1. “Acostumbrarse” a dormir menos

Lamentablemente, muchos creen que dormir menos y trabajar más los convierte en personas productivas que aprovechan mejor el tiempo. Sin embargo, el profesor de psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania, Michael A. Grandner, descartó que “acostumbrarse” a dormir menos sea una buena idea.

“Existe la idea equivocada de que tu cuerpo al final se adaptará a dormir menos sin que afecte de manera significativa a tu capacidad de actuación”, explicó el experto. “En el laboratorio, vemos que tras unos días la gente tiende a percibir que su cuerpo se está acostumbrando a dormir menos, pero cuando medimos el funcionamiento biológico y cognitivo, observamos un claro déficit que suele empeorar con el tiempo. Cuanto más cansados estamos, menos capaces somos de ver nuestra incompetencia”, aseguró.

2. Dormir por obligación

“Tengo que dormir, pero no tiene por qué gustarme”, es la frase más típicas de quienes duermen sólo porque deben hacerlo, sin disfrutarlo. Al respecto, Rubin Naiman, psicólogo clínico especializado en sueño integral y medicina del sueño en la Universidad de Arizona, calificó esta mala disposición como un grave error.

“Una de las actitudes frente al sueño que más me frustra es que se vea como un proceso estrictamente funcional y que se pierda la idea de que también es una experiencia de la que disfrutar. El sueño favorece nuestra salud, nuestro bienestar emocional, nuestra memoria, nuestro rendimiento y hasta nuestra apariencia. Pero, además de ser funcional, el sueño es una experiencia personal exquisita”, aseveró el experto.

“Hay que mejorar nuestra motivación, para dormir lo que necesitamos. Creo que es importante reconocer nuestro gusto por dormir antes de irnos a la cama con él”, comentó.

3. Culpar al café

Existe un gran número de personas que bebe café diariamente y tiene problemas para dormir. Sin embargo, la doctora Kelly Glazer Baron, comentó que este hábito no se relaciona necesariamente con las dificultades para conciliar el sueño. “Todo el mundo conoce a gente que sólo come comida basura (y) no hace ejercicio pero está delgada, ¿no? Lo mismo ocurre con los hábitos del sueño. Algunas personas hacen todo ‘mal’ (ven la televisión en la cama, beben café en la cena) y duermen bien”, contó la experta y agregó: “Y, como yo digo, si algo no está roto, no hace falta arreglarlo”.

“Para las personas que tienen insomnio, sí que puede servir de ayuda un cambio de hábitos, pero es muy poco probable que mejore el sueño sólo por eliminar factores externos como la cafeína, la televisión en la cama o el alcohol”, aseguró.

4. Acostarse sin sueño

¿Cuántas veces te has quedado acostado en la cama esperando quedarte dormido? Los expertos señalan que esta acción no sirve de nada, puesto que más que “esperar al sueño” estás perdiendo tiempo.

“Otro falso mito dice que si tienes problemas para dormir, lo mejor es quedarse en la cama el máximo tiempo posible para maximizar las posibilidades de quedarte dormido. En realidad, es una buena receta para desarrollar insomnio a largo plazo, ya que cuando pasas mucho tiempo despierto en la cama, tu cerebro ‘se programa’ para estar despierto en la cama, no para dormir”, señaló Grandner y agregó: “Levantarte de la cama cuando no puedas dormir es la mejor estrategia a largo plazo”.

5. No asumir el insomnio

Si bien cada ocasión en la que no puedes conciliar el sueño no se trata de un episodio de insomnio, debes estar atento si esto se repite muy a menudo, puesto que no tratar este trastorno puede traer graves consecuencias.

“Lo cierto es que uno de cada diez adultos reúne los criterios para ser diagnosticado de insomnio (más que una molestia, es un trastorno duradero que puede degenerar en enfermedades físicas y mentales). Además, aproximadamente el 85% de los adultos que sufren apnea del sueño (un problema respiratorio que afecta durante el sueño) desconocen que la padecen. Se trata de un trastorno relacionado con la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, que a menudo (pero no siempre) se presenta con ronquidos fuertes y mucho cansancio durante el día, sobre todo por la mañana”, explicó Gadner.