Usualmente asociamos los problemas de huesos con la edad, siendo la osteoporosis la enfermedad más común, sobre todo en mujeres de entre 50 y 70 años.

Como ya sabemos, con el paso del tiempo los huesos van descalcificando y existe una pérdida del tejido óseo. Es por esta razón que a medida que avanza la edad fracturas como la de cadera sean tan usuales.

Sin embargo hay ciertas enfermedades óseas que no distinguen tiempo ni edad y que pueden afectar a cualquier persona.

Es por ello que una mala alimentación, la ausencia de calcio en el organismo, factores genéticos o problemas de crecimiento entre otros, pueden ocasionar, roturas, la pérdida de densidad ósea y cáncer.

No obstante, existen algunas medidas preventivas para evitar estas afecciones que nos ayudarán a mantenerte nuestros huesos fuertes y sanos.

Realizar ejercicios de manera periódica

Pablo Ovalle | Agencia UNO

Pablo Ovalle | Agencia UNO

Se ha demostrado que el ejercicio físico está relacionado con la estimulación con las células regeneradoras de los huesos.

Pero no hace falta pasar todo el día ejercitándose, basta con una caminata diaria, bailar, un trote leve o estar en constante movimiento para ayudar a fortalecer nuestros huesos.

No fumar

El consumo de tabaco está asociado a la osteoporosis, por lo que si sufres de esta enfermedad o tienes riesgo de padecerla es mejor que dejes de lado el cigarrillo.

Disminuye el consumo de alcohol

kaicho20 (cc)

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Es más que sabido que un consumo excesivo de alcohol tiene trae consigo una gran cantidad de afecciones en el organismo, entre los muchos problemas que acarrea, perjudica la producción de material óseo.

La importancia de la vitamina D

Esta vitamina es esencial en el correcto funcionamiento de nuestro organismo, puesto que tiene que ver con el mantenimiento del los niveles de calcio, ayudando a que el sistema nervioso funcione de manera correcta y conservar la estructura de dientes y huesos.

En este proceso el sol también tiene una importancia enorme, ya que la luz solar ayuda a que la provitamina D se transforme en a vitamina D, la que se almacena en el tejido adiposo y en los músculos, que es ahí desde donde se utiliza.

Por lo que 10 minutos de exposición a la luz (tomando los resguardos necesarios) dos a tres veces a la semana, bastarían para tener la cantidad adecuada de esta vitamina en nuestro cuerpo, tal como consigna el sitio Teinteresa.com.

Pero en otoño e invierno resulta mucho más dificil disfrutar de días soleados, por lo que podemos recurrir a ciertos alimentos que son una buena fuente de vitamina D tal como el pescado azul, aceite de hígado de pescado, la yema de huevo, leche y productos lácteos.

Uros Kotnik (SXC)

Uros Kotnik (SXC)

A estos consejos, se debe sumar la reducción del consumo de refrescos y bebidas porque su altos índices en azúcar proporcionan un ácido que ataca a los huesos.

Otro de los alimentos con el que debes tener cuidado es la carne roja pues ésta liberan un ácido que neutralizan el calcio.