Un trabajo desconocido pero igualmente importante en la carrera de un deportista, es la relación de él con su psicólogo. La psicología deportiva, estudia las variables sociales, familiares y personales que perjudican el rendimiento del deportista, sin embargo, sus bases y objetivos, también pueden ser tremendamente útiles para fortalecer la comunicación, vinculación y credibilidad de las personas en general.

Estudiar el comportamiento del atleta, ayudarlo en su desarrollo personal y de rendimiento, son las fundamentaciones de esta disciplina. “Lo importante para el deportista siempre será el resultado, pues este es el indicador principal de qué falta por mejorar; no obstante, la psicología es un nexo entre las necesidades de resultado del jugador versus sus necesidades de rendimiento”, asegura Marco Garrido, Psicólogo y Coach deportivo, jefe área psicosocial del Club Deportivo Magallanes.

Objetivos y metas claras

La confianza es el principio,. “Cuando existe credibilidad, hay muchas más oportunidades de alcanzar los objetivos estipulados. Además, es importante mencionar que siempre, antes de comenzar cualquier trabajo la planificación de objetivos es esencial, ya que sin ellos el trabajo mental no se sustenta en una base sólida”, ejemplifica Garrido.

Stuart Grout (CC) Flickr

Stuart Grout (CC) Flickr

Para todos, es primordial mantener objetivos y metas, lo cual está presente en el día a día de un deportista, “nuestro trabajo se orienta a entregar la mayor cantidad de herramientas para gestionar cada uno de los procesos que requieren optimizar, permitiendo así un aprendizaje significativo para el continuo desarrollo del rendimiento deportivo”, comenta Rolando Sepúlveda, Psicólogo del Club Deportivo Universidad de Concepción y Coach Deportivo.

Pero, ¿cómo podemos implementar en nuestra vida diaria los conceptos de la psicología deportiva? Te dejamos algunos consejos que puedes incorporar en tu día a día.

1.- No culpar a los demás por lo que te pase

“En el deporte siempre escuchamos, ‘perdí por la cancha’, ‘perdí por el público’, sin embargo, es más valioso oír ‘perdí porque no fui capaz de decidir a tiempo’, perdí mi motivación, etc’”, asevera Marco Garrido.

2.- Los resultados no son inmediatos

Igualmente el especialista, manifiesta que si logramos formar autocrítica y estar conscientes que los resultados no son instantáneos, se entrará en una zona de aprendizaje donde la persona confiará en sí misma bajo toda circunstancia y sin dudar.

3.- La actividad física es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida

Aparte de contribuir a una mejor concentración y manejo del estrés, el deporte sirve para la formación de metas a nivel personal, “se puede utilizar la técnica de establecimiento de objetivos –SMART-, los cuales deben ser específicos, medibles, alcanzables y orientados a los resultados contando con un límite de tiempo para su consecución”, afirma Rolando Sepúlveda.

Igualmente, hay técnicas específicas que moldean la concentración. “Pensemos que la concentración máxima de una persona no supera los quince minutos, es por ello que en vez de trabajar la concentración, nos focalizamos en la atención que es mucha más selectiva y a corto plazo. En el tenis, se trabaja la atención en el saque, en el fútbol cómo se defiende o ataca y cómo se ejecuta un penal, en esgrima cómo ataco a mi oponente y tomo decisiones en fracciones de segundos, así todo se adapta a cada necesidad”, agrega Marco Garrido.

4.-La perseverancia es necesaria en la construcción de todo objetivo

Aprender que la entrega, responsabilidad, el gestionar y tomar decisiones es elemental en la búsqueda de cualquier meta. En este ámbito es donde la psicología deportiva fortalece estas competencias. “Trabajamos en base a técnicas, rutinas y minutas psicológicas; por ejemplo, para trabajar la concentración, debemos descubrir cómo es tu foco atencional, si es amplio o estrecho y descubrir de donde surge dicha desconcentración, ya que existe una correlación entre concentración y ansiedad. A alta ansiedad, baja concentración y viceversa”, asegura Marco Garrido.

See-ming Lee (CC) Flickr

See-ming Lee (CC) Flickr

5.- Enfrentar nuestros miedos y ansiedades

En el caso de la ansiedad, la cual en variadas ocasiones nos frena frente a situaciones trascendentales, debemos analizar si la manifestación predominante es a nivel cognitivo, lo que significa que la persona tiene pensamientos negativos que obstaculizan su rendimiento. “Ahí trabajamos con técnicas de detención y control del pensamiento. Si la manifestación es a nivel somático, es importante el buen uso de la visualización, respiración y relajación. Si es a nivel motor, de ejecución, donde se mezcla el trabajo físico de elongación, con un buen manejo y conocimiento de su cuerpo”, explica Marco.

La psicología y cómo un deportista de alto rendimiento confronta las experiencias de vida, nos demuestra que es primordial trabajar los miedos para abarcar cualquier situación sin paralizarnos. “Los miedos hay que enfrentarlos, conociéndolos y canalizándolos según cada circunstancia. La desensibilización sistemática sirve mucho ahí, llevar a la persona a enfrentar sus miedos pero de menos a más con intensidades diferentes según cada escenario”, finaliza.