Tres ex agentes de la Central Nacional de Investigaciones (CNI) fueron condenados en primera instancia a ocho años de cárcel por el ministro en visita extraordinaria para causas de violación a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, por el homicidio de dos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en 1983.

El magistrado responsabilizó de dar muerte el 19 de abril de 1983 a los miristas Germán Osorio Pérez y Manuel Flores Durán, a los ex CNI y que formaban parte de la “Brigada Azul”, Rodolfo Olguín González, Víctor Ruiz Godoy y Aquiles González Cortés.

Según el informe del magistrado, el hecho se perpetuó en la comuna de Ñuñoa cuando los agentes de la CNI alcanzaron a los militantes del MIR, descargando cerca de veinte disparos sobre cada uno de ellos, procediendo a abatirlos en la vía pública sin dar lugar a que éstos pudieran reaccionar, ya sea para protegerse, huir o repeler.

A su vez, se estableció que los agentes de la CNI y otros, realizaron una serie de maniobras ante la opinión pública, con la finalidad de aparentar la ocurrencia de un enfrentamiento entre los agentes del organismo de seguridad y los miristas.