La impresión 3-D, usada de manera creciente en medicina para el diseño de prótesis ortopédicas, permitirá a Tessa Evans contar finalmente con una nariz.

La niña que nació en Maghera, Irlanda del Norte, hace dos años, padece una malformación denominada arhinia congénita, tan rara que se da en uno de cada 197 millones de nacimientos. En el mundo existen solo 47 casos documentados de esta enfermedad.

La pequeña pasó cinco semanas entubada al nacer y debieron practicarle una traqueotomía para que respirara, pero luchó por sobrevivir.

Ahora, una intervención estética que se desarrolló hace unos días le permitirá tener a largo plazo con una nariz, la que si bien no contará con su función natural como vía respiratoria, sí cambiará su rostro de manera radical.

A partir de un diseño tridimensional del cráneo de la pequeña, el equipo médico que encabeza Jonathan Britto, del Great Ormond Street Hospital de Londres, elaboró un implante a la medida, con la idea de que se convierta en una nariz incipiente para Tessa, que se irá reemplazando a medida que crece hasta su adolescencia, cuando se ajuste en su rostro la nariz definitiva.

Daily Mail

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Esta prótesis irá bajo la piel de la niña y se introducirá desde una incisión en su cuero cabelludo, lo que evitará dejar cualquier tipo de marca en su rostro. Sus orificios nasales serán tatuados, pero tendrá la apariencia de una nariz normal.

En declaraciones al diario británico Daily Mail, Grainne Evans, la madre de la pequeña, reconoció que fue una decisión difícil el permitir esta cirugía, pero expresó su satisfacción con este cambio.

“Ella es igual de hermosa que antes, hay sólo un poco más de Tessa ahora”, comentó.