Electricidad es el lenguaje del cerebro y ahora podemos hablar con él sin la necesidad de cables ni implantes. Nanopartículas pueden ser utilizadas para estimular regiones del cerebro electricamente, abriendo formas de tratar enfermedades cerebrales nunca antes vistas.

Como menciona la revista NewScientist, un material descubierto en 2004 hace esto posible. Cuando las “nanopartículas magnetoelectricas” (MENs por sus sigas en inglés) son estimuladas por un campo magnético externo, producen un campo eléctrico. Si es que estas nanopartículas son puestas al lado de neuronas, esta electricidad les permite comunicarse entre ellas.

“Cuando las MENs son expuestas incluso a frecuencia magnéticas extremadamente bajas generan su propio campo eléctrico en la misma frecuencia” menciona Sakhrat Khizroev, director de la investigación. Como resultado de esto, el campo generado puede acoplarse directamente a los “circuitos de la red neuronal”.

El objetivo de Khizroev es construir un sistema que pueda revelar la actividad cerebral y lograr que medicamentos apunten precisamente en un zona específica del cerebro, todo al mismo tiempo. Debido a que las nanopartículas responden de forma distinta a diversas frecuencias de un campo magnético, éstas se pueden modificar especialmente para liberar medicamentos en un momento y zona precisa.

Cabe destacar que aunque no sea parte del estudio en este momento, el sistema de nanopartículas de Khizroev podría ofrecer una forma totalmente nueva de interactuar con computadores. Aún no lo han probado, pero se menciona que si el proceso se ejecuta en reversa, es decir las nanopartículas produzcan un campo magnético medible en respuesta a la propia actividad eléctrica del cerebro, sería posible.

Entonces nuestro estado cerebral se convertiría en parámetros que podrían ser registrados por una computadora, la cual podría estimular regiones muy específicas de éste, con una infinidad de posibilidades en el campo de la medicina.