Invierno no es sólo sinónimo de resfríos o enfermedades respiratorias, sino también de afecciones a la piel como la temida Rosácea.

Enrojecimiento, sensibilidad, inflamación, picazón y vasos sanguíneos visibles en mejillas, nariz, mentón y frente, marcados como líneas o “arañitas”, son algunas de las características que se presentan en las personas que poseen esta enfermedad.

Sin duda, padecerla resulta muy vergonzoso para muchas personas, quienes tratan de ocultarla utilizando maquillaje o simplemente tratando de taparse la cara con bufandas o sombreros.

Una de las épocas del año en que puede intensificar la Rosácea es precisamente el invierno, ya que el frío, la calefacción y los cambios de temperatura ayudan a que la piel se irrite más y enrojezca.

La dermatóloga Katherine Barria, de Clínica Rejuvenece explica que “la Rosácea es una enfermedad crónica de la piel en que se enrojece la nariz, mejillas, frente e incluso los párpados; los vasos sanguíneos se notan más y hay congestión de la cara. Esto conlleva a un deficiente traspaso de oxígeno y nutrientes desde la sangre a la piel, y a una mala eliminación de los desechos de la piel a la sangre. Todo esto provoca la sensibilidad e inflamación de la rosácea”.

Las personas más propensas a padecerla son quienes tienen la piel clara, con una edad promedio de 30 a 50 años, y de sexo femenino, aunque cuando afecta a hombres, lo hace con mayor gravedad, agrega Barría.

Renato Jaque, Brand Manager de Ruboril -producto para el tratamiento de la rosácea-, recomienda “evitar los ambientes muy calefaccionados, los cambios de temperatura y el frío, ya que todos estos son factores determinantes que empeoran el cuadro. La idea es tener un tratamiento permanente de cuidado de la piel, empezando por la limpieza, la mantención, prevenir la inflamación, y aunque estemos en invierno, aplicar un protector solar especial para estas pieles”.

Y aunque se piensa que la rosácea es una enfermedad de personas mayores y no muy habitual, lo cierto es que un gran número de personas la padecen, y suele aparecer en la adolescencia, lo importante es detectarla a tiempo y someterse a un tratamiento permanente de cuidado de la piel.

Otros consejos

Según el Instituto de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de la piel de Estados Unidos, se pueden tomar algunas medidas para paliar los síntomas de rosácea.

- Mantener un diario de los brotes. Esto puede ayudar a entender lo que le afecta la piel.

- Usar diariamente un bloqueador de sol que proteja contra los rayos UVA y UVB. Asegúrate de que tenga un factor de protección solar (SPF) de 15 o más.

- Usar una crema hidratante suave si esto le ayuda. No uses productos que le irriten la cara.

- Si tienes problemas con los ojos, sigue el régimen de tratamiento que tu médico te ordenó y lávate los párpados como te indicaron.

- Habla con un médico si te sientes triste o presentas otras señales de depresión. Algunas personas con rosácea se sienten mal debido a la apariencia de la piel.