Una pena de 10 años y un día de presidio remitido recibió un hombre llevado a juicio por el femicidio frustrado de su pareja en Purranque. Durante la audiencia la víctima, una trabajadora agrícola, se retractó de su testimonio, convirtiéndose en la tercera causa en que actúa de la misma manera.

El caso se remonta a junio de 2014 cuando el hombre, según la versión entregada por la víctima al inicio de la investigación, sorpresivamente la atacó con dos armas blancas, propinándole una serie de lesiones cortopunzantes. Las heridas obligaron a que fuera sometida a intervención quirúrgica en reiteradas oportunidades, manteniéndose incluso con riesgo vital durante esos procedimientos.

Si bien la Fiscalía de Río Negro solicitaba 15 años de cárcel, según lo expresó la fiscal jefe Leyla Chahín, los magistrados determinaron aplicar una pena menor. Eso sí, destacó que el imputado recibiera presidio mayor en su grado medio, por lo que deberá cumplir de manera efectiva el tiempo impuesto por los jueces.

A pesar de las agresiones, en su declaración ante los magistrados la víctima dijo que no recordaba nada, y que al momento en que ocurrieron los hechos llevaban algunos días ingiriendo bebidas alcohólicas. Junto a ello, aseguró que solo se trató de un accidente, sorprendiendo a la fiscal que días antes había tomado contacto con ella para afinar detalles sobre el inicio del juicio y donde no dio indicios de tal determinación.

Pero en su oportunidad la persecutora evaluó la posibilidad de que se diera este tipo de situación, ya que en las dos causas anteriores -también por lesiones en contexto de violencia intrafamiliar- la mujer también se había retractado, aunque de todos modos se había logrado la condena del sujeto.

Chahín señaló que si bien no ha leído la resolución judicial debido a un atraso en su envío, espera que los jueces hayan considerado como atenuante que el hombre en su minuto fue hasta la unidad penal a entregarse, ya que dijo, ello ocurrió una vez que se entero de su búsqueda.

La defensa todavía tiene el plazo para apelar ante el tribunal de alzada, en caso de estimarlo conveniente, pero ello dependerá exclusivamente si el condenado acepta ir a juicio nuevamente, dado que corre el riesgo que los magistrados reviertan su decisión y en una segunda oportunidad lo condenen a los 15 años solicitados por la Fiscalía.