Con la toma del Hospital Regional Ernesto Torres Galdames de Iquique, los funcionarios de diversos gremios del recinto asistencial radicalizaron la paralización de actividades que mantienen desde el pasado 18 de mayo.

La crisis que tiene movilizados a cerca del 90% de los trabajadores del hospital, surge ante el rechazo de los funcionarios por los tratos y altos sueldos que reciben los médicos de recinto de salud, quienes no tienen ningún tipo de control de asistencia ni cumplimiento de horas médicas, según aseguran los trabajadores.

Además, los gremios acusan que ha existido autodesignación de beneficios que han mejorado los honorarios de los médicos.

Por otra parte, los manifestantes señalaron que el recinto tiene serios problemas estructurales desde el terremoto de abril del 2014 y se han encontrado falencias e irregularidades en los procesos de licitaciones.

De un total de 1200 funcionarios son unos 900 los que se han movilizado, exigiendo la salida de la actual dirección del hospital y que se inicien sumarios administrativos y auditorias para determinar por qué los médicos ganan sueldos millonarios sin mayor control de sus labores.