Johnny Depp debió abandonar este viernes Australia, luego que el gobierno amenazara con ejecutar a sus dos perros por infringir la normativa agropecuaria.

Uno de los perros y Depp

Uno de los perros y Depp

Pistol y Boo, los dos terriers propiedad de Johnny Depp, que entraron en Australia en su jet privado para acompañar al actor durante el rodaje de una secuela de Piratas del Caribe, no pasaron por la cuarentena obligatoria de 10 días para entrar al país.

“Sólo porque se trata de Johnny Depp no quiere decir que esté exento de cumplir la ley australiana”, dijo a la prensa el jueves el ministro de Agricultura, Barnaby Joyce.

“Es hora de que Pistol y Boo se larguen a Estados Unidos”, dijo Joyce. “Los puede devolver o tendremos que sacrificarlos”, amenazó.

Fue así como este viernes, el secretario de Estado anunció en Twitter que los animales se habían marchado.

El tema generó una amplia repercusión y pocas horas después de que comenzara la polémica, una petición en línea “para salvar a Pistol y Boo” reunió más de 3.000 firmas.

“¡Ten compasión, Barnaby, no mates a estos perros tan lindos!”, decía la petición, apelando directamente al ministro.

Para evitar las enfermedades, la ley australiana obliga a los perros y gatos procedentes de Estados Unidos a pasar diez días en cuarentena cuando llegan al país.