Los talibanes de Pakistán afirmaron haber derribado un helicóptero militar, en el que murieron seis personas, incluyendo diplomáticos de Filipinas y Noruega, y dijeron que el primer ministro Nawaz Sharif era su objetivo.

“El helicóptero fue derribado por un misil antiaéreo, matando a los pilotos y muchos embajadores extranjeros”, afirmó el principal portavoz de la organización, Muhamad Jorasani.

Con todo, no fue posible verificar que se tratara de un derribo, pues la región en la que el helicóptero cayó, Gilgit-Baltistan (norte) no tiene una gran presencia de los talibanes.

En el comunicado, los talibanes pakistaníes del TTP, siempre dispuestos a reivindicar hechos espectaculares, afirmaron haber abatido el helicóptero con un misil aire-tierra, que no suelen utilizar, en una zona del Himalaya altamente controlada por el ejército pakistaní.

El viernes, una delegación de embajadores, de diplomáticos y de periodistas estaba visitando la región turística de Gilgit-Baltistan cuando uno de los tres helicópteros en los que se desplazaba se estrelló contra una escuela durante el aterrizaje, dijo a AFP un miembro de la delegación que viajaba en otro helicóptero.

Los insurgentes también afirmaron haber apuntado contra el primer ministro Nawaz Sharif. Este último debía acudir el viernes a Gilgit, capital de la región de Gilgit-Baltistan, pero no se le esperaba en el remoto pueblo de Noman, donde el siniestro tuvo lugar, y no se encontraba en ninguno de los helicópteros, según varias fuentes.