Los jefes de ocho grupos armados centroafricanos se comprometieron este martes en Bangui a liberar a varios miles de niños soldados y a cesar de reclutar a menores, hecho inédito en un país marcado por continuas rebeliones y golpes de Estado.

El acuerdo fue firmado en el llamado Foro de Bangui, que congrega durante una semana a cerca de 600 participantes en favor de la reconciliación nacional y para debatir el futuro del país.

La ceremonia estuvo presidida por la ministra de la Defensa, Marie-Noëlle Koyara, y a ella asistieron los embajadores de Francia y Estados Unidos, así como representantes de la Comunidad económica de los Estados de África central (Ceeac).

Entre los firmantes figuran los representantes de dos protagonistas de la crisis que azotó el país en 2013 y 2014: tres facciones de la exrebelión Seleka y las milicias anti-balaka.

“Prometemos respetar este compromiso para darle la oportunidad a los niños centroafricanos de que beneficien de las mismas posibilidades que los demás niños del mundo. Lucharemos con el apoyo de la comunidad internacional para liberar a todos los niños que están en nuestras filas”, declaró Abel Balinguele, un portavoz del Frente popular para la restauración de Africa central (FPRC), una facción de los Seleka, que suscribió el acuerdo.

Este acuerdo “supone una importante etapa en la protección de los niños en este país” declaró por su lado Mohamed Malick Fall, representante de Unicef, en un comunicado.

Hasta 10.000 niños soldados

Entre 6.000 y 10.000 niños estarían integrados en los diferentes grupos armados y rebeliones que operan desde hace años en República Centroafricana.

Esta cifra “incluye combatientes, pero también los que sufren abusos de otra forma, con fines sexuales, o son utilizados como cocineros o mensajeros” según la Unicef.

“Este país es uno de los peores del mundo para los niños tras dos años de conflicto, y la Unicef desea trabajar con las autoridades locales para ayudar a que estos niños se reúnan con sus familias”, afirmó el representante de este organismo de Naciones Unidas dedicado a la protección de los niños.

“Los dirigentes de los grupos armados también acordaron dar a Unicef un acceso inmediato y sin restricciones a las zonas que controlan”, añadió.

La Unicef y sus socios ya han permitido la liberación de más de 2.800 menores -entre ellos 646 niñas- en 2014 y de más de 500 en 2013.

No se ha fijado ningún calendario para la próxima liberación de los niños.

“Seamos prudentes, pero se trata al menos de un punto de partida”, declaró por su lado el portavoz de Unicef en Ginebra, Christophe Boulierac.

La República Centroafricana está sumida en el caos tras el derrocamiento en marzo de 2013 del presidente François Bozizé por Michel Djotodia, que encabezó una rebelión mayoritariamente musulmana de los Seleka, y ha cometido violencias y abusos contra la población desde su llegada al poder. En reacción, las milicias de autodefensa anti-balaka han atacado a los civiles musulmanes.

Este conflicto provocó la operación Sangaris de las fuerzas francesas en diciembre de 2013, todavía presentes en el país, junto a la fuerza de la ONU, Minusca.