Modelar en una pasarela internacional, jugar fútbol en Europa, actuar en una taquillera película de Hollywood o ser parte de una empresa de videojuegos, son todos trabajos que podrían verse como un pasatiempo que genera buenos dividendos y un disfrute máximo en quienes los realizan.

Sin embargo, hay una serie de otras labores que al ejecutarlas por necesidad, se transforman rápidamente en una pesadilla que genera en las personas un fuerte rechazo a sus quehaceres, como también intolerancia a su jefatura y colegas. Tal hecho da como resultado un mal desempeño en las tareas cotidianas y una pésima forma de tratar a clientes o público en general.

“Si bien los orígenes de este trastorno son múltiples y transversales, hay que destacar que este mal lo padecen en su mayoría profesionales y ejecutivos de alto nivel y responsabilidad. Asimismo, personas cuyos trabajos son estresantes, desgastadores tanto física como emocionalmente, con turnos largos y horarios complejos” sostuvo Rodolfo Álvarez, director de la escuela de Psicología de la UST Concepción.

Tal situación transforma el trabajo en una obligación, cuya rutina no les permite desarrollar a plenitud sus habilidades y cualidades de manera plena.

Según Álvarez, este tipo de patología está enfocada en personas con un mayor grado de inmadurez personal, hecho que les impediría asumir situaciones e hitos propios de la vida, asociados a conflictos que les genere crecer y madurar de forma correcta.

Lo relevante de este trastorno son los efectos que produce tanto en los trabajadores, como también en el entorno laboral en que estos se desempeñan a diario. Razón por la que el coach y speaker internacional Oscar Cáceres enumeró en su sitio web los síntomas más comunes de esta patología.

1. Depresión del Domingo en la tarde

Durante la tarde del domingo comienza una terrible sensación de tristeza y melancolía, efecto que aumenta a medida que llega la noche y sobre todo cuando se piensa en la semana que comenzará.

2. Letargo los días lunes y alegría durante el viernes

Curiosamente el lunes es la jornada que debiéramos estar activos y enérgicos después del reparador descanso de fin de semana, mientras el viernes deberíamos sentirnos exhaustos. Sin embargo, acá se vive un efecto contrario.

3. Saturación y desencanto con los colegas

Se comienza a sentir una extraña mezcla de aversión y colapso al interactuar tanto con jefes y compañeros de trabajo.

4. Buscan un escape en las redes sociales

Acceden a la web y aplicaciones con el fin de conversar con amigos y escapar de los problemas y carga laboral.

5. Irritación y estrés

Presentan dolores de cabeza y cansancio fuera de lo normal, a ello se suma el desgano en lo que se realiza.

6. Aislamiento

Se evita el contacto con el resto, por lo que disminuye considerablemente la participación en reuniones de trabajo u otro tipo de juntas.

7. El cliente es el mejor escape

Ven en ellos una vía para dar a conocer su malestar. En algunos casos los tramitan y le dan a entender que ellos no son los únicos que lo pasan mal en la empresa.

“Por dichas razones es que los departamentos de recursos humanos, actualmente se están preocupando de instaurar en las compañías ambientes gratos y participativos, en donde se les permita a los trabajadores desarrollarse de manera personal y profesional”, destacó el profesional de Universidad Santo Tomás.

Del mismo modo, se trabaja bajo el alero de la Responsabilidad Social Empresarial, donde se contempla una mayor preocupación por el colaborador, haciendo que éste se sienta cómodo y contento en su puesto de trabajo, generando instancias comunicativas y de sana convivencia.

Si bien la solución más rápida sería renunciar a su actual empleo, debido a las posibles deudas y el alto costo de la vida actual, dejar el trabajo es una determinación compleja. Por ello, el especialista aconseja tratar de adaptarse de la mejor forma al ambiente laboral, ver el trabajo como un medio para alcanzar ciertos objetivos y no como lo más importante de la vida, teniendo siempre en cuenta una actitud positiva frente a cualquier conflicto.

En cambio, si estos síntomas persisten, lo más recomendable es buscar ayuda de un especialista y someterse a un tratamiento psicológico.