Íconos de la bondad, los valores cristianos y, sobre todo, de una relación superior de un mortal con Dios. Los Santos de la Iglesia Católica son un elemento importante dentro de dicha religión, sin embargo, algunos de ellos han sido duramente cuestionados, no sólo por su canonización, sino también por cómo habrían vivido.

Dentro de éstos, hay cuatro Santos criticados de manera recurrente: San Agustín de Hipona, Santa Teresa de Calcuta, San Josemaría Escrivá de Baleguer e incluso San Juan Pablo II.

San Agustín de Hipona

San Agustín de Hipona, nació en Tagaste, una localidad del Imperio Romano, el 13 de noviembre de 354. Se convirtió al Cristianismo a los 33 años y sus críticos señalan que tuvo tendencias misóginas.

En su libro De Civitate Dei manifiesta que “es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños”.

También planteó en su libro De Trinitate que “nada rebaja tanto a la mente varonil de su altura como acariciar mujeres y esos contactos corporales que pertenecen al estado del matrimonio”.

Cabe destacar que San Agustín es uno de los “doctores” de la Iglesia Católica, un reconocimiento dado a maestros de la fe y eruditos, por lo cual sus afirmaciones tienen un vínculo especial con la Institución.

A pesar de ello, por su carácter de investigador y filósofo, hasta el día de hoy sus textos son estudiados en las universidades, incluso se le atribuye un acercamiento a la teoría de la relatividad de Albert Einstein y ser uno de los primeros en plantear que el tiempo y el espacio comienzan en el mismo instante.

Santa Teresa de Calcuta

La imagen de Sor Teresa de Calcuta está fuertemente asociada a la ayuda humanitaria. Tras su muerte en 1996, el Papa Juan Pablo II nombró su beatificación al año siguiente, siendo que regularmente se espera 5 años para dicho proceso, para evitar generar presiones y entusiasmos locales que pudiesen influir en una eventual canonización.

Ya en el año 2003 el columnista de Slate, escribió una artículo donde criticó duramente a Teresa de Calcuta, tratándola de fundamentalista y un fraude, acusando a su congregación “Misioneras de la Caridad” de una “estricta ideología y la práctica de amar la pobreza” detallando además que se convirtió en una institución que permitía a los más ricos “aliviar sus propias culpas enviando dinero a una mujer que parecía ser una activista en favor de los más pobres entre los pobres”.

Posteriormente en el año 2013, investigadores de la Universidad de Montreal, presentaron el informe “Madre Teresa, cualquier cosa menos una santa”, generando una fuerte controversia debido a la gran cantidad de seguidores que Sor Teresa tiene alrededor del mundo.

En el documento tenía resquemores sobre “su manera dudosa de cuidar a los enfermos, sus cuestionables contactos políticos, su manejo sospechoso de las enormes sumas de dinero que recibió, y sus puntos de vista dogmáticos excesivamente relativos, en particular, sobre el aborto, la anticoncepción y el divorcio”.

A pesar de esas posturas, Teresa de Calcuta no dudó en apoyar a su amiga, Diana de Gales, cuando se divorció del Príncipe Carlos, por lo que fue acusada de hipócrita.

Además criticaban el hecho de que viera el dolor de los pobres y enfermos como algo que los acercaba a Cristo, siendo que cuando ella estaba enferma acudió a las mejores clínicas en Estados Unidos.

San Josemaría Escrivá de Balaguer

Hablar de Escrivá de Balaguer, es entrar en el poderoso mundo del Opus Dei, entidad que nace en 1928 y que jugó un rol importante en la España de Francisco Franco, dictador que derrocó la Segunda República Española tras una cruenta Guerra Civil entre 1936 y 1939, donde la Iglesia Católica apoyó a los golpistas y posteriormente fue un eje fundamental del régimen.

De hecho, el poder de esta organización se mantuvo en el proceso de transición español, a pesar de sus relaciones con el saliente círculo dictatorial.

El Opus Dei ha sido criticado innumerables veces de ser una entidad, clasista, proselitista, machista, con un elevado compromiso económico que restringe el círculo social y familiar, sin embargo, es la única prelatura en la Iglesia Católica, lo que posiciona a la institución en un lugar privilegiado por sobre el resto del clero.

En octubre del año 2002, Escrivá de Balaguer fue canonizado por el Papa Juan Pablo II, superando a otros histórico candidatos como Juan XXIII o Pablo VI, en un proceso que es considerado el segundo más rápido en la Historia, sólo superado por Santa Teresa de Calcuta.

Quienes han estado en contra del Opus Dei dentro de la Iglesia han pagado caras consecuencias, hace poco el Monseñor Luigi De Magistris fue marginado por el Vaticano, a pesar de que le correspondía ser nombrado Cardenal, sólo por el hecho de oponerse a la canonización de Escrivá de Balaguer.

En sus discursos, el creador del Opus Dei también dejaba claro cuál era, según él, el rol de la mujer en la sociedad.

https://www.youtube.com/watch?v=rUq3EImzJBI&feature=youtu.be&t=1m10s

Además, en uno de sus escritos evidenciaba una notoria diferenciación entre las facultades de hombres y mujeres, afirmando que “si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios —ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas— habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración”.

Por otra parte, en un especial de BBC Mundo se consigna que ex miembros del Opus Dei, enviaron una carta al Papa Juan Pablo II, explicándole que Escrivá de Balaguer tenía “arrogancia y temperamento malévolo”, señalando además que manifestaba una “indiferencia por los pobres” y “amor por el lujo y la ostentación”.

Acusaciones que fueron refutadas en su momento por el director de la Oficina para las Causas de los Santos del Opus Dei en España, José Carlos Martín de la Hoz, quien aseguró que “los santos que tienen que abrir camino siempre necesitan tener fuerza, empuje, brío. Y esto puede ser mal interpretado por algunos (…) Los santos no son personas santas desde que nacen, sino que son personas que se van haciendo santas”.

San Juan Pablo II

Karol Wojtyła, más conocido como Juan Pablo II, tuvo un rol clave en la Historia de la humanidad, oponiéndose firmemente a los regímenes que apoyaban a la Unión Soviética en plena Guerra Fría, realizando una serie de viajes que le dieron un protagonismo mediático a nivel mundial.

Independiente de su postura ideológica, los últimos años de Juan Pablo II como Papa estuvieron marcados por los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica, en especial sobre el presunto encubrimiento que el sumo pontífice facilitó a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, acusado de cometer abusos sexuales contra compañeros, jóvenes y niños de México, España e Irlanda, entre otros países.

El cardenal Carlo Maria Martini, declaró sobre Juan Pablo II que “era un hombre de Dios, pero no es necesario hacerlo santo”.

En el siglo XXI, la Iglesia ha estado cuestionada cómo nunca antes en la Historia moderna. En Chile, los mismos fieles han sido los primeros en expresar su repudio frente a casos de abuso sexual como los protagonizados Fernando Karadima, así como también ha manifestado su descontento frente al eventual encubrimiento del actual obispo de Osorno, Juan Barros, quien fuera ratificado por el Vaticano en su nuevo cargo, poniendo en duda una vez más los criterios de la Iglesia Católica.