Un grupo de investigadores de Science for the Masses, en California (EEUU), desarrolló una increíble inyección que da visión nocturna a los humanos.

El experimento utilizó la clorina e6 (Ce6), un compuesto fotosensible utilizado para tratamientos contra el cáncer, que ha sido encontrado en peces de agua profunda. De esta forma, se buscó replicar esta habilidad con nada menos que Gabriel Licina, uno de los bioquímicos parte del equipo investigador, que se ofreció como conejillo de indias.

La idea -explican- surgió tras conocer patente registrada en 2012, que afirmaba que cuando se aplicanb una mezcla de Ce6, insulina, junto a solución salina en los ojos de una persona, la retina lo absorbe y aumentar la visión en condiciones de poca luz. La patente también menciona que el dimetil sulfóxido (DMSO) se puede utilizar en lugar de la insulina, por lo que el grupo pensó porqué no usar ambos para aumentar la permeabilidad de la solución.

De esta forma el procedimiento significó introducir la clorina e6 en los sacos conjuntivales, lo que permitió que el compuesto llegara hasta la retina, informó Engadget.

Así, en posición supina y los ojos lavados con solución salina se eliminó “cualquier micro-residuos o contaminantes que puedan estar presentes”, según detalló el equipo de científicos independientes.

“Los ojos se mantuvieron abiertos con un pequeño espéculo para eliminar la posibilidad de parpadeo, que podría expulsar la sustancia antes de que fura absorvida. La de clorina ce6 fue añadido al saco conjuntival través de micropipetas en 3 dosis de 50μl en cada ojo”, agregaron.

Posterior a ello, el bioquímico debió usar unas gafas oscuras para evitar el exceso de luz brillante.

En las pruebas se comprobó que tras una hora, Licina pudo ver objetos, personas en movimiento, símbolos y hasta colores y sus distintos tonos, en condiciones de baja y nula luz. Todo ello contrastado con un grupo de control, que no logró ver lo que el bioquímico inyectado sí pudo.

Consultados por Science.Mic, el grupo de científicos reconoció que quedan muchas pruebas por hacerse, pero para alegría de ellos, no son nada costosas puesto que las sustancias son de bajo costo. Además, éstas mismas han sido rigurosamente probadas para la seguridad humana en otras aplicaciones.

De momento no se han observado efecto negativos, por lo que hay esperanzas de lograr desarrollar de mejor forma el procedimiento, que puede amplificar la luz en humanos y servir para personas que trabajan en condiciones de poca luminosidad.