El apoyo del gobierno y de la Comisión de Medio Ambiente del Senado busca un grupo de trabajadores que asegura tener asbesto en sus pulmones tras haber trabajado durante meses en un plan de retiro de este elemento en la central Bocamina I de Endesa en Coronel.

Sacar 1.200 toneladas de asbesto con que estaba recubierta la planta desde 1970, era la misión de la empresa contratista Akeron Kaf, según los denunciantes.

Seis de sus trabajadores han presentado complicaciones respiratorias y pulmonares. Todos estaban sanos de acuerdo al examen pre ocupacional al que fueron sometidos.

Omar González, uno de los afectados, asegura que un trabajo programado para 7 meses se hizo en tres.

El Consejo Comunal de la Sociedad Civil de Coronel ha analizado el tema. Uno de sus integrantes y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Manuel López, cree que lo ocurrido es grave, pues nadie cumplió sus obligaciones.

Esta semana, Omár González y otros afectados han realizado diversas gestiones a nivel gubernamental y parlamentario para obtener apoyo. Afirman que la enfermedad pulmonar difusa que padecen sólo es atribuible al asbesto o silicato. Piden para ellos y también para una muestra aleatoria de vecinos la toma de exámenes para verificar si el elemento llegó a la población.

De acuerdo al relato de los trabajadores, hoy varios de ellos enfrentan tratamientos de alto costo y piden sean costeados. Admiten que efectivamente no padecen asbestosis, pero sí la presencia de este elemento en sus pulmones que podría perjudicarlos de por vida.