Una delegación de once embajadores europeos iniciaron hoy una visita a Aysén para conocer en terreno la realidad económica y social y las necesidades y proyectos de esta región, la más aislada y una de las más pobres de Chile.

Aysén fue escenario en el año 2012 de intensas movilizaciones protagonizadas por numerosas organizaciones políticas y sociales, a las que se unieron autoridades locales, en protesta por las duras condiciones de vida en una región caracterizada por un elevado coste de vida, una precaria conectividad y la paulatina desaparición de fuentes de trabajo.

La delegación está integrada por los embajadores de Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Finlandia, Francia, Polonia, Portugal, República Checa y Rumania, además del jefe de la representación diplomática de la Unión Europea, el español Rafael Dochao.

La visita incluye reuniones con las autoridades y representantes del sector privado de Coyhaique y Puerto Aysén, las dos ciudades que concentran la mayor parte de los 100.000 habitantes de esta región chilena, de las más grandes y despobladas del país.

El objetivo de la visita de los representantes diplomáticos es conocer e intercambiar ideas e experiencias en materias como energía, medioambiente, turismo, cultura, educación y potencial económico.

Los once embajadores visitarán una planta faenadora en Alto Baguales y una empresa procesadora de pescado para consumo humano en el recóndito Puerto Chacabuco que figura entre las más importantes dedicadas a la producción de alimentos.

También conocerán algunos de los destinos más visitados por los turistas extranjeros como la reserva nacional Cerro Castillo, el tramo Coyhaique – Puerto Aysén, la laguna San Rafael y el parque Aikén del Sur.

Las visitas a regiones chilenas de los embajadores europeos con representación en el país austral se realizan anualmente y responden al interés de los países del viejo continente de conocer las diversas realidades de un país que se extienden por un largo territorio de más de 4.300 kilómetros.

Para la Unión Europea, Chile constituye un referente en Latinoamérica y un socio fundamental, toda vez que ambos bloques comparten valores democráticos y economías abiertas, un alianza que quedó plasmada en la firma en 2003 del Acuerdo de Asociación.

En sus primeros diez años de vigencia, este acuerdo hizo crecer en un 130 % el intercambio comercial, al tiempo que la Unión Europea se posicionó a la cabeza de la inversión acumulada directa.