Entre estrategas neozelandeses y forzudos sudafricanos, los equipos del hemisferio norte no han dudado a la hora de sucumbir al atractivo del rugby sureño, dando lugar a un animado debate.

En Francia, la polémica volvió a escena este otoño después de que el presidente de la Federación Francesa de Rugby, Pierre Camou, defendiera la política de puertas abiertas de los Bleus, ejemplificada con el grupo de jugadores de origen sudafricano (Rory Kockott, Scott Spedding, Bernard Le Roux).

“La selección de Francia es simplemente un reflejo de nuestra sociedad multicultural”, dijo a la AFP el técnico Philippe Saint-André. “Los ingleses no se plantean esta cuestión. La tienen asimilada”, añadió.

Efectivamente, en el seno de otras selecciones que participan en el Torneo de las Seis Naciones, que empieza el viernes, el pragmatismo manda, sobre todo ahora que se aproxima el Mundial. Esta práctica se refuerza gracias a las buenas relaciones entre el Reino Unido y la Commonwealth.

El objetivo: servirse de la experiencia del hemisferio sur, cuyas selecciones reinan en el rugby mundial.

Así, tres entrenadores neozelandeses se sentarán en la tribuna este fin de semana: Warren Gatland por Gales, Joe Schmidt por los irlandeses y Vern Cotter que comandará a los escoceses. Bajo su mando se encontrarán algunos compatriotas.

En el XV del Cardo, se da el caso de Hugh Blake. Nacido en Nueva Zelanda, donde jugó en las categorías inferiores, el tercera línea de 22 años ha hecho valer su ascendencia escocesa. Aterrizó hace un mes en Edimburgo y sin haber jugado un partido, fue llamado inmediatamente por Cotter, en lugar del excapitán Kelly Brown. ¡Nada menos!.

“Debemos tener una mente abierta”, defendió el entrenador. “Hugh está muy orgulloso de sus orígenes escoceses. Es un gran jugador, muy valorado en Nueva Zelanda. Tiene mucho talento”.

- Los Kiwis, los más populares -

Algunos exinternacionales, sin embargo, creen que no se está dando un buen mensaje a los jóvenes. Además, porque la presencia de Blake no es una excepción. En el equipo llamado inicialmente por Cotter figuran Sean Maitland y Blair Cowan (Nueva Zelanda), Ben Toolis (Australia) y David Denton (Zimbabue).

En País de Gales, la polémica se debe a la convocatoria ‘express’ de otro Kiwi, Gareth Anscombe, de 23 años, elegible gracias a su madre. Nacido en Auckland, el apertura vistió la camiseta de los Baby Blacks, antes de hacer sus maletas para ir a Cardiff.

Una llegada oportuna porque el XV del Puerro, que ya se reforzó con Taulupe Faletau (Tonga) y James King (Australia), buscaba un nuevo apertura.

“Creo que Gareth sentía que si quería realizar su sueño de jugar a nivel internacional, la mejor opción para él era venir a Cardiff Blues y ponerse a disposición de la selección galesa”, dijo Gatland.

En Irlanda, el debate lo protagonizó el ‘insider’ Jared Payne, otro ex ‘Baby Black’. Después de estar tres años en Ulster, el neozelandés se convirtió en seleccionable por los Verdes y Schmidt no ha dejado pasar la ocasión.

El XV del Trébol está acostumbrado a ‘engrandecer’ sus fronteras. El grupo convocado para el Torneo cuenta con otros tres Kiwis (Rodney Ah You, Isaac Boss, Nathan White) y dos sudafricanos (Robbie Diack, Richardt Strauss).

Por otra parte, en Italia apenas hubo protestas cuando seleccionaron en noviembre al apertura neozelandés Kelly Haimona (28 años), debido a las pocas opciones que tiene en ese puesto.

En Inglaterra, no hay ningún tipo de reparo en incorporar jugadores. El último en hacerlo fue el fiyiano Semesa Rokodoguni, que se une al sudafricano Brad Barritt, al neozelandés Dylan Hartley y a los hermanos tonganos Billy y Mako Vunipola.

“Yo, cuando miro a mi equipo, veo a un equipo inglés”, sentenció el seleccionador Stuart Lancaster.