Las autoridades brasileñas investigarán las cuentas de José Dirceu, el ex jefe del gabinete de Luiz Inacio Lula da Silva, que cumple actualmente condena por corrupción y ahora es sospechoso de recibir sobornos dentro de la red de desvíos de la estatal Petrobras.

La televisión Globo, la mayor del país, informó este jueves que la justicia autorizó levantar el secreto bancario para Dirceu, su hermano Luiz Eduardo de Oliveira e Silva y una empresa consultora que pertenece a ambos.

De acuerdo con la fiscalía, JD Assessoria e Consultoria recibió entre 2009 y 2013 más de 3,7 millones de reales (hoy USD 1,39 millones) de las constructoras Galvao Engenharia, OAS y UTC Engenharia, todas investigadas por integrar un supuesto cártel de empresas que pagaban sobornos a directivos y políticos a cambios de contratos en la petrolera brasileña.

Los fiscales quieren determinar si JD funcionaba como una empresa fachada para recibir sobornos.

Dirceu cumple pena de 10 años y 10 meses de cárcel por corrupción en el sonado caso conocido como el ‘Mensalao’ (gran salario), en el que el gubernamental Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) -al que pertenece Dirceu, Lula y la presidenta Dilma Rousseff- creó una contabilidad paralela y pagó sobornos a legisladores a cambio de votos en el Congreso.

Otros jerarcas del PT fueron también condenados por este caso.

Dirceu, que fue ministro jefe del gabinete entre 2003 y 2005, señaló que prestó servicios de consultoría a las empresas citadas y dijo estar a disposición para aclarar cualquier punto en la justicia, destacó Globo.

1,5 millones de dólares

El escándalo de Petrobras, por el que están procesadas 39 personas, incluidos varios exdirectivos y ejecutivos de las empresas que consultó Dirceu, también apunta a indagar sobre sobrecostos en las obras. Según la policía federal, la red de corrupción movió unos 4.000 millones de dólares en la última década.

El exdirector de Petrobras Paulo Roberto Costa, principal delator de la trama de corrupción en la petrolera, dijo que recibió 1,5 millones de dólares para facilitar la compra con sobrecostos de una refinería en Estados Unidos.

En un despacho judicial, al que tuvo acceso a la AFP, se citan declaraciones de Costa a la policía sobre la compra de la refinería de Pasadena, en la que según el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU, órgano fiscalizador) la empresa perdió 792 millones de dólares.

El cabildero Fernando Soares, también preso, “ofreció al declarante el valor de USD 1.500.000 para no causar problemas en la reunión para la aprobación de la compra de la refinería de Pasadena”, que aceptó, indicó el oficio que forma parte de la investigación ‘Lava Jato’ (Lavado Rápido, en español) sobre la red de corrupción en Petrobras.

Costa fue director de Abastecimiento de Petrobras entre 2004 y 2012 y coopera con la justicia a cambio de una reducción de su pena. Hoy cumple prisión domiciliaria.

Petrobras compró 50% de la refinería en Pasadena en 2006 a la belga Astra Oil por 360 millones de dólares. En 2008 debió comprar la otra mitad debido a una cláusula que les obligaba a hacerlo si había desacuerdo entre los socios. Pagó en total 1.200 millones de dólares.

En su testimonio, Costa explicó que Pasadena “no era adecuada para refinar el tipo de petróleo que exportaba Petrobras” y se trataba de “un negocio malo” que terminó siendo aprobado de forma unánime por el Consejo de Administración, entonces presidido por la hoy mandataria Dilma Rousseff.

El exjefe del área internacional de Petrobras (2003-2008) Nestor Cerveró, arrestado la semana pasada, dijo que el consejo fue “negligente” al aprobar la compra, basados en un “resumen ejecutivo”.

La estatal creó en noviembre una dirección para prevenir riesgos de fraude o corrupción en sus operaciones y nombró como jefe a un ejecutivo ajeno a la petrolera.