El número de desempleados en España bajó en 2014 por segundo año consecutivo, aunque sigue a un nivel elevado de casi 4,45 millones de personas, según las cifras publicadas el lunes por el ministerio de Empleo.

El país contaba a fines de diciembre con 253.627 desempleados menos respecto al mismo periodo del año anterior. Con esto, la cesantía registrada al 31 de diciembre era de 4.447.711 personas.

Solamente en diciembre, el retroceso fue de 64.405, según el comunicado. La economía española se reactivó el año pasado, tras haber atravesado una grave crisis.

“Se trata del segundo descenso del paro registrado al cierre de un año desde 2006 (es decir antes de la crisis, ndr), tras el anotado en 2013, cuando cayó en 147.000 personas”, destaca el ministerio en su comunicado.

De esta forma, “el descenso acumulado en estos dos últimos años supera ya las 400.000 personas”.

El número de contratos indefinidos aumentó el año pasado en un 18,9%, sumando 1,35 millones, y lo hizo más rápido que los empleos precarios, que crecieron un 12,6% y totalizaron 15,37 millones.

“Hoy tenemos más de 253.000 razones para ser más optimistas pero aún nos quedan muchas más para seguir trabajando por la recuperación y el empleo estable y de calidad en nuestro país”, dijo en el comunicado la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo.

El desempleo en España empezó a dispararse en 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

El ministerio mide cada mes los desempleados inscritos, pero no publica ninguna tasa. El Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos datos sirven de referencia, calcula que en el tercer trimestre el desempleo afectaba al 23,67% de la población activa, con lo que había 5,43 millones de cesantes.

A través de una encuesta trimestral, el INE contabiliza a todos aquellos que buscan activamente un empleo, incluso cuando no están inscritos en las listas de desempleados.

El gobierno conservador, que afrontará elecciones generales a finales de año, espera una pequeña reducción de la tasa de paro en la cuarta economía de la Eurozona. Se espera que la tasa haya terminado 2014 en un 24,2%, y en un 22,2% en 2015, uno de los niveles más elevados de los países industrializados.