Eliana, la popular participante de MasterChef de 84 años, no sólo ha sabido enfrentar duros retos en la cocina del programa de televisión, ya que la carismática abuelita sufrió la pérdida de un hijo de 7 meses y su marido además la dejó por otra mujer.

La participación de Eliana Hernández en la competencia culinaria ha causado tal revuelo que ya tiene un ofrecimiento para abrir su propio restaurant. Sin embargo, ella aclara que no dejará que se le suban los humos a la cabeza con tanta popularidad a nivel nacional, y es que la vida de esta mujer ha estado marcada por los desafíos.

Creció en San Bernardo, siendo la mayor de 12 hermanos y la falta de oportunidades para su familia no le sorprendía a nadie. De hecho, una tarde su padre les aclaró aún más el panorama al confesarle a ella y a dos de sus hermanos que no les podía dar una profesión “porque no me alcanza”.

Es nieta de un arquitecto e hija de un suboficial de Carabineros, además de positiva, estricta, observadora, reflexiva, independiente. Es diabética, por lo que no puede comer los postres que prepara.

A los 20 años se enamoró cuando una amiga la invitó a los juegos que se habían instalado cerca de su casa para que conociera al niño que le gustaba. Se pusieron a conversar y en vez de preferir a la amiga, el joven se quedó con Eliana. Con él se casó.

La llegada del primer hijo era esperada con emoción, pero una dolorosa enfermedad que sufrió al pulmón típica de esos años, afectó la gestación del bebé. “La guagua nació sin defensas y me duró siete meses y siete días” recuerda Eliana.

Luego de esta pérdida, su padre percibió que la relación no andaba bien y le recomendó que se separara, y buscara un trabajo, pero ella fue testaruda porque estaba enamorada. No obstante, tras 20 años de matrimonio, y de 4 hijos, él se enamoró de otra mujer.

“¿Usted me quiere o me ama?” le preguntó Eliana cuando supo, mientras que su entonces marido le respondió un rotundo “no”. Fue suficiente para que ella terminara la relación “yo no puedo tener una persona a la fuerza, este matrimonio hasta aquí nomás llegó”, fue lo último que le dijo, según cuenta en una entrevista a El Mercurio.

Comenzó a trabajar como asesora del hogar, pero luego se cambió de rubro y empezó a cocinar en una empresa de alimentos porque todos le decían que “cocinaba sabroso”. El talento, dice, lo heredó de su abuela. Lamentablemente a los 66 años, sufrió un desprendimiento de retina “por el vapor de las ollas” y si bien fue operada, no volvió a ver como antes.

Sin embargo, este año su rutina cambió drásticamente cuando su nieta de 15 años la inscribió a escondidas en el programa MasterChef de Canal 13. La “abuelita de Chile” cautivó a los jueces y al público, y quedó seleccionada para el concurso.

Asegura que no participa por ganarse el millonario premio, y si bien reconoce que le asusta la repercusión de su participación en la competencia, ella va a seguir siendo la misma “nunca me van a sacar de mis principios y valores”, declara.

Finalmente, al ser consultada por su posible participación en otros programas de televisión, la abuelita Eliana responde “Voy a ser bien honesta. Quisiera no seguir en esto pero me pongo a pensar que los viejitos gastamos mucha plata en remedios, yo gasto más de $100 mil mensuales. Entonces sería sólo para estar más segura de mi medicina y por si algún día quiero ir a un cine, a ver una obra de teatro o un concierto porque yo plata para esas cosas no tengo”.