Más que una buena explicación están exigiendo los familiares de una lactante de dos meses de vida que inesperadamente falleció después de ser atendida de urgencia en el Hospital de Curicó por un supuesto cuadro de resfrío común.

Se trata de la pequeña Sofía Emilia Salazar Riveros, nieta del empresario gastronómico y actual concesionario del casino del cuerpo de bomberos, Iván Ramírez.

El deceso se produjo la tarde del domingo después de haber sido derivada al Hospital Regional de Talca, donde dejó de existir como consecuencia de una infección generalizada.

Su abuelo contó que ingresó al centro hospitalario local con un cuadro de resfrío y que la pediatra en turno le recetó un medicamento llamado Trioval, que en definitiva le habría ocasionado una falla multisistémica, denunció el familiar.

El Hospital de Curicó, por intermedio del jefe de Urgencias, Mauricio Espinoza, respondió que se hicieron todas las maniobras de reanimación de la menor y que ingresó a ese centro de salud producto de una “depresión respiratoria severa”.

Con este deceso suman dos los casos de niños que han perecido en menos de dos semanas en el centro hospitalario curicano. Antes fue el caso de una joven madre del sector Santa Fe, quien perdió a su hijo en etapa de gestación avanzada.