Los fans de “Breaking Bad” lloraron amargamente cuando la serie se despidió hace 15 meses, pero los más fieles peregrinan hasta Alburquerque, en el sureste de Estados Unidos, para ver los lugares donde Walter White y Jesse Pinkman se convirtieron en capos de la droga.

El actor Bryan Cranston interpretó el papel de White y Aaron Paul el personaje de Pinkman en la exitosa serie.

Frank Sandoval pasea por los lugares emblemáticos del programa a los enamorados de esta serie en la mítica autocaravana donde el profesor de química y su pupilo comenzaron a “cocinar” la metanfetamina más pura que la DEA había visto jamás.

“Como la serie terminó, lo mejor que se puede hacer es venir a la ciudad donde se filmó”, cuenta a la AFP Sandoval, gerente de la empresa Breaking Bad RV Tours.

La atracción estrella es la casa de White, una sencilla vivienda en cuya entrada los más entusiastas se toman fotografías para no olvidar el momento.

“Estaba obsesionado con ‘Breaking Bad’ y ahora estoy delante de la casa. ¡Es genial!”, confiesa Ryan Todd, que ha pagado 75 dólares para hacer este tour.

El éxito de la serie, que se llevó 16 premios Emmy y dos Globos de Oro tras cinco temporadas y 62 episodios, tuvo un fuerte impacto en Alburquerque y su estado, Nuevo México, donde llegó a crear hasta 15.000 empleos indirectos, según un estudio reciente.

Algunos de los que se siguen beneficiando del tirón del programa son Debby Ball y su familia, propietarios de la tienda de dulces “The Candy Lady”. 

Los seguidores pueden adquirir en ella caramelos azules idénticos a la metanfetamina que White -conocido entre los capos de la droga como Heisenberg- y Pikman confeccionaban, y que representan el 30% de las ventas de la confitería.

La esperanza es Saul Goodman

Ball es realista y sabe que, con el final de la serie, la obsesión por los productos relacionados con “Breaking Bad” acabará descendiendo. 

“Claro que irá a menos, pero siempre nos quedarán los fans más empedernidos. Este es el primer año tras el final de la serie y hemos tenido muchísimos turistas europeos”, explica a la AFP.

Pero no todo son malas noticias porque en febrero se estrenará “Better Call Saul”, una serie basada en el abogado de Walter White, un personaje carismático que no dejó de rescatar a su cliente de los miles de problemas en los que se metía.

Este nuevo programa también se ha filmado en Nuevo México, aprovechando el incentivo fiscal del 30% que ofrece este estado.

De hecho, este beneficio tributario está atrayendo cada vez más producciones hollywoodienses, como es el caso de la última secuela de “The Avengers”.

“Hay producciones que gastan literalmente 100 millones de dólares en nueve meses, y ese dinero va directo a nuestra economía”, señala el director de la oficina de cine de Nuevo México, Nick Maniatis.

A la espera de este estreno, los enamorados de “Breaking Bad” siguen dando vueltas por Alburquerque en una caravana que antaño fue un laboratorio de drogas y con una bolsita de metanfetaminas dulces.