Serge Lazarevic, el último rehén francés que quedaba en el mundo, llegó a París el miércoles por la mañana, tras su liberación el martes luego de tres años de cautiverio en el Sahel en manos de Al Qaida.

“La vida es bella al recuperar la libertad”, declaró Lazarevic, que regresó desde Niamey en un avión que aterrizó en la base aérea de Villacoublay, al sur de París.

Lazarevic fue recibido por el presidente François Hollande, quien pidió a los franceses que eviten viajar a las zonas peligrosas.

“Voy a enviar un mensaje simple, claro, a todos nuestros compatriotas que pueden encontrarse en zonas riesgosas: eviten ir allí donde pueden ser secuestrados”, dijo, agregando: “Vivimos en un mundo peligroso.

El presidente se congratuló por el hecho de que ahora no haya ningún rehén francés en el mundo.

La madre y la hermana de Lazarevic, así como la hija de Philippe Verdon -francés que fue secuestrado al mismo tiempo, pero que fue asesinado-, se encontraban también en la pista de aterrizaje para recibir al ex rehén.

“Cuando se está maltratado, perdido, cuando se está al borde de la muerto, se piensa más en la vida”, dijo Lazarevic, franco-serbio de 51 años de edad.

El ex rehén será ingresado tras su llegada en un hospital militar, donde se le realizarán exámenes médicos. Tras ello se reunirá con su familia en la intimidad, indicó la célula gubernamental de crisis que seguía su caso.

Secuestrado el 24 de noviembre de 2011 en Malí, Lazarevic fue recibido el martes por la tarde en Niamey por el presidente nigerio Mahamadou Issoufou. En la ocasión agradeció a Níger, “que colaboró con Francia” para obtener su liberación.

No se ha dado ninguna información sobre las condiciones de esa liberación ni sobre el eventual pago de un rescate o la liberación de prisioneros yihadistas en contrapartida.

La posición oficial de Francia es que no paga rescates por los rehenes, pero no descarta, como otros países europeos, entregas de dinero por países terceros.

“ALGUIEN HA PAGADO”

“Hay a la vez negociaciones, intermediarios diplomáticos” y “la discreción”, se limitó a decir el miércoles el portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll.

La asocicación “Amigos de Ghislaine Dupont”, una periodista de Radio Francia Internacional asesinada hace un año en Malí, sostuvo que “la liberación de Serge Lazarevic dio lugar a la puesta en libertad (por Malí) de varios secuestradores”

“Alguien ha pagado, si no lo hizo el gobierno, fue algún otro, una empresa, una compañía de seguros…”, declaró a la emisora RTL Alain Marsaud, ex juez antiterrorista francés.

Serge Lazarevic trabajaba en un proyecto de cementera cuando fue secuestrado por un grupo de hombres armados en un hotel de Hombori (norte de Malí), junto con otro francés, Philippe Verdon, con quien realizaba ese viaje de negocios. Verdon fue encontrado muerto de un balazo en la cabeza en julio de 2013. El grupo Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), que se atribuyó su secuestro, había presentado a ambos rehenes como agentes de inteligencia franceses.

En febrero de 2013, quince franceses estaban retenidos como rehenes en el mundo. El 1 de enero de 2014, eran aún seis. Pero en abril, cuatro periodistas secuestrados en Siria fueron liberados, y el movimiento yihadista anunció la muerte de Gilberto Rodrigues Leal, secuestrado en noviembre de 2012 en Malí. El guía de alta montaña Hervé Gourdel, secuestrado en septiembre, fue asesinado cuatro días después en Argelia por un grupo vinculado a la organización Estado Islámico.

“Para un presidente es un duro golpe vivir tomas de rehenes, como para los franceses saber que uno de sus compatriotas fue secuestrado. Pero es una alegría extraordinario poder asistir a un regreso”, dijo Hollande.