La guerra en Siria ha causado más de 200.000 muertos en casi cuatro años, anunció este martes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

“Hemos contabilizado la muerte de 202.354 personas, de las cuales más de 130.000 son beligerantes de los dos bandos”, afirmó esta organización, que cuenta con una red de fuentes civiles y médicas en el país.

Según su director, Rami Abdel Rahman, entre los muertos destacan 63.074 civiles y 10.377 niños.

“Entre los combatientes antirrégimen, 37.324 son rebeldes sirios y 22.624 son yihadistas no sirios”, precisó.

“En el bando del régimen, 44.237 soldados y 28.974 milicianos de las Fuerzas de Defensa nacional, 624 miembros del Hezbolá chiita libanés y 2.388 chiitas procedentes de otros países murieron en este conflicto”, añadió.

Además hay 3.011 cuerpos no identificados.

El balance, recalcó Rami Abdel Rahman, “es seguramente más elevado que los 200.000 contabilizados, porque es imposible trabajar en algunas regiones controladas por el régimen o por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI)”.

Según él, hay que añadir 300.000 personas detenidas, de las cuales 20.000 son consideradas desaparecidas. Además miles de personas, combatientes y civiles, son rehenes del EI y de otros grupos que actúan en Siria.

Para Abdel Rahman, “la comunidad internacional, al no haber conseguido llevar a los asesinos ante la Corte Penal Internacional, dio una luz verde implícita para matar”.