La investigación estadounidense sobre la nave accidentada para el turismo espacial de Virgin Galactic seguía apuntando a que uno de los comandos de la cola fue desbloqueado antes de tiempo, mientras su propietario Richard Branson criticó el lunes a quienes especulan con las causas.

El avión SpaceShipTwo se estrelló el viernes durante un vuelo de prueba sobre el desierto de Mojave, en California, dejando un piloto muerto y otro herido de gravedad.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés), al frente de la investigación, detectó que la cola móvil de la nave fue activada antes de tiempo por el copiloto y que segundos después el avión se precipitó al vacío.

La cola, compuesta por distintos alerones, sirve para frenar y estabilizar el aparato.

La activación se produjo cuando el avión volaba a una velocidad inferior a la establecida para este proceso, según explicó el presidente de la NTSB, Christopher Hart, durante una rueda de prensa el domingo.

Pero las pesquisas determinaron que el copiloto solo tocó el primer comando, que sirve para desbloquear la cola, y que no activó el segundo, que activa el movimiento de los alerones, por lo que los investigadores tratan de entender qué sucedió.

Hart subrayó que lo descubierto hasta ahora es solo una pista, “no la causa” del accidente. Se necesitarán “muchos meses” para esclarecer todos los hechos.

La NTSB tiene previsto ofrecer una rueda de prensa a las 20H00 locales (04H00 GMT del martes).

El magnate británico y propietario de Virgin Galactic, Richard Branson, dijo el lunes a la televisión NBC que no ha visto el video de la cabina de los pilotos.

“La NTSB lidera la investigación, así que nosotros decimos lo que ellos nos dicen”, afirmó.

“Pero si están diciendo que el despliegue (de los alerones) se hizo antes de tiempo, están indicando que tal vez se trata de la causa. Pero necesitamos que lo examinen más”, agregó el empresario.

“Insinuaciones dañinas”

Branson insistió en que no renuncia a su plan de enviar turistas al espacio, pero criticó a quienes especulan con las causas del accidente.

“Nunca he visto insinuaciones tan irresponsables y dañinas”, dijo previamente a la televisión británica Sky News, respondiendo a quienes han recordado estos días que Virgin recibió avisos sobre la seguridad del combustible que usaba para sus vehículos.

Branson dio las gracias a los investigadores de la NTSB por haber adelantado que el depósito de combustible y el motor fueron hallados intactos en el desierto de Mojave.

“El tanque de combustible y el motor estaban intactos, lo que significa que no hubo explosión, pese a todos los autoproclamados expertos afirmando que esa fue la causa”, sentenció.

Una experta en seguridad espacial dijo el domingo que Virgin había ignorado múltiples advertencias sobre el motor y el combustible de sus naves desde el accidente de un cohete que en 2007 costó la vida a tres ingenieros en tierra.

“Les avisé de que el motor del cohete era potencialmente peligroso”, explicó Carolynne Campbell, de la Asociación internacional para el progreso en el espacio.

Una industria en horas bajas

El accidente del SpaceShipTwo el viernes es un serio revés para la ambición de Branson de llevar turistas ricos al espacio, a 250.000 dólares el billete.

“Si hubiéramos tenido el accidente una vez hubiéramos empezado a transportar pasajeros, al principio, hubiera sido muy difícil recuperarse. Espero que ésto sea ligeramente diferente”, dijo.

“Tenemos pilotos probando aparatos en situaciones muy extremas para asegurarnos de que son seguros para el público”, agregó, precisando que no organizará ningún viaje para clientes hasta que sea lo suficientemente seguro para “que yo y mi familia podamos viajar”.

El accidente del viernes es el segundo desastre que afecta a la industria espacial privada en pocos días, después de que el cohete Antares que transportaba suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS) explotara tras despegar de Virginia el martes.

Virgin Galactic esperaba realizar sus primeros vuelos llevando turistas al espacio en 2016. Cerca de 500 personas, incluyendo a famosos de Hollywood como Leonardo DiCaprio, ya reservaron sus asientos en los primeros vuelos, según reportes, pero Branson aseguró que quienes quieran cancelar podrán recuperar su dinero.

Las compañías privadas tratan de llenar el vacío dejado por la agencia espacial estadounidense NASA, que finalizó su programa de transbordadores en julio de 2011 con la misión Atlantis hacia la ISS.