La Cancillería elaboró un instructivo para sus embajadores, tras la polémica levantada por el representante diplomático en Uruguay, Eduardo Contreras, quien atribuyó a la ultraderecha y a la “derecha empresarial” la serie de bombazos ocurridos en Santiago.

El documento se dio a conocer este martes tras la reunión que sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, con la comisión del Senado, hasta donde fue citado por los cuestionados dichos del abogado comunista, según publica el sitio web de la Cámara Alta.

Recordemos que en una entrevista con el diario La Diaria de Uruguay, Contreras culpó a la ultraderecha y a la “derecha empresarial” chilenas de la serie de bombazos ocurridos los últimos años en Chile, que el Gobierno ha vinculado con grupos anarquistas.

El mensaje enviado a todas las embajadas y consulados generales sostiene que “si bien el ministerio y el ministro respetan los derechos que la Constitución y las leyes otorgan a todos los funcionarios de esa secretaría de Estado (…) los embajadores, ministros diplomáticos y representantes ante organismos internacionales son funcionarios públicos de confianza exclusiva de la Presidenta de la República, a quien se confiere la atribución especial de conducir las relaciones exteriores del país”.

El texto agrega que “éstas (las relaciones exteriores) obedecen a los intereses superiores del Estado en su conjunto (…), por lo tanto, no corresponde la separación entre opiniones personales y la investidura de plenipotenciarios –o de representantes diplomáticos y consulares- con la que los miembros del servicio exterior han sido acreditados ante un Estado extranjero o una organización internacional”.

A renglón seguido, sostiene que sin perjuicio de estos principios, “todos los funcionarios diplomáticos chilenos deben tener siempre presente su condición de agentes de la política exterior de Chile, que la Presidenta ha definido como una política de Estado”.

Según el senador Francisco Chahuán (RN), el mensaje establece que “cualquier declaración pública debe ser autorizada tanto en su oportunidad como por su contenido por el ministerio de RR.EE.”, pues se trataría, a su juicio, de “una decisión adecuada para impedir que declaraciones de este tipo se repitan”.

En ese sentido, Chahuán valoró la comunicación que se hizo llegar “a los representantes diplomáticos de Chile en el extranjero para que se abstengan de hacer declaraciones públicas referentes a temas de contingencia nacional o de los países en que se encuentren radicados”, precisó.