Malala Yousafzai, la adolescente paquistaní que sobrevivió a un atentado de los talibanes por su defensa de la educación, dedicó este viernes su premio Nobel de la Paz a “todos los niños sin voz”.

La joven, de 17 años, se declaró “orgullosa” de ser la más joven laureada de la historia del galardón, que recibió conjuntamente con el indio Kaliash Satyarthi, en una conferencia en Birmingham, la ciudad de Inglaterra donde reside desde hace casi dos años.

“Esta recompensa es para todos los niños sin voz, y que deben ser escuchados”, proclamó la joven, que lucía un pañuelo con grandes flores verdes que cubría parte de su cabeza.

Acto seguido señaló que había “pedido al honorable primer ministro [indio] Narendra Modi y al honorable primer ministro [paquistaní] Nawaz Sharif que se unan a nosotros en la ceremonia de entrega de premios en Oslo el 10 de diciembre”.

Malala y Satyarthi, de 60 años, fueron galardonados por su lucha contra la explotación de los niños y sus derecho a la educación.