Luego de 3 meses de intensa promoción, sobre todo en redes sociales, la organización de defensa del medio ambiente Greenpeace logró una importante victoria tras el anuncio de la empresa Lego de no renovar el vínculo comercial que desde la década del 60 sostenía con la petrolera Shell.

“Los niños son nuestra principal preocupación y el foco central de nuestra compañía. Estamos determinados a dejar un impacto positivo en la sociedad y en el planeta que los niños van a heredar. La particularidad de nuestra contribución es a través de la inspiración y desarrollo de los niños, entregándoles experiencias de juego creativo en todo el mundo”, explicó mediante un comunicado el CEO de la firma danesa, Jørgen Vig Knudstorp.

“Queremos aclarar que en el estado actual de las cosas, no renovaremos el contrato de co-promoción que tenemos con Shell una vez que expire”, sentenció.

La decisión corona los esfuerzos de los ambientalistas, quienes lanzaron un video viral condenando el vínculo de Lego con Shell y lograron reunir más de 1 millón de firmas solicitando ponerle fin.

Pese a ello, Lego aprovechó la instancia para rechazar los métodos de presión usados por Greenpeace, considerándose víctima de una disputa en la que no tenía participación.

“La campaña de Greenpeace usó la marca Lego para agredir a Shell. Tal como hemos señalado, creemos firmemente en que Greenpeace debió tener una conversación directa con Shell. La marca Lego, y todos quienes disfrutan del juego creativo, nunca debieron formar parte de la disputa de Greenpeace con Shell”, agregó Vig Knudstorp.

¿Realmente sirve de algo cortar el vínculo de Lego con Shell?

En el mundo científico hay opiniones divididas sobre si la decisión de Lego puede contarse como un triunfo para el medio ambiente. El doctor Simon Lewis, científico climático de la University College London, lo considera un gran avance.

“El éxito de la campaña de Greenpeace para romper la sociedad entre Lego y Shell nos muestra que existe un amplio rechazo del público a la forma en que las empresas de combustibles fósiles intentan difundir su mensaje de ‘no te preocupes por el futuro’ al asociarse con otras marcas. Este fue un paso muy positivo y, desde mi punto de vista, la sociedad se beneficia cuando hay más transparencia y menos cortinas de humo de relaciones públicas”, indicó el investigar al medio de tecnología estadounidense CNet News.

Sin embargo el colega de Lewis, el profesor Chris Rapley de la misma universidad, cree que el anuncio no sólo no tendrá ningún efecto práctico en la defensa del medio ambiente, sino que acaba siendo un distractor de las acciones realmente concretas.

“Es muy fácil satanizar a las empresas petroleras, pero demandar este tipo de corte de relaciones comerciales es demasiado simplista. También es hipócrita porque no seríamos capaces de mantener nuestro actual estilo de vida sin el aporte energético que estas compañías nos proveen”, destacó Rapley.

“Son los científicos y los ingenieros (como los de Shell), no los activistas, los que al final del día lograrán entregarnos alternativas a los combustibles fósiles y quienes están transformando a empresas como Shell de compañías petroleras a compañías de energía”, sentenció.