Con un poco más de esperanza ven los concesionarios de playas, la situación ocurrida tras el derrame de petróleo que afecta a la Bahía de Quintero, aunque son claros al criticar el daño ambiental de la zona, no sólo por este incidente, sino por los 50 años en que se ha contaminado sistemáticamente dicho lugar.

Respecto de este caso en particular, René Rojas, concesionario de Playa Luna -balneario de la comuna de Puchuncaví cercano a Horcón-, señaló que ve con frustración lo que está ocurriendo, ya que pese a que el petróleo no ha llegado a su playa, acusó intereses de privados y lamentó que las personas deban pagar las consecuencias.

Por su parte, Christian Toledo, concesionario de Playa Los Enamorados de Quintero, explicó que existe una incertidumbre sobre lo que dirá la autoridad respecto a la apertura o no de los balnearios, pero tienen esperanzas de que sí podrán funcionar en la temporada estival que se avecina, la cual comienza el 15 de diciembre.

La autoridad sanitaria, quien decretó el cierre de playas este lunes, tendría la próxima semana información de las muestras de agua y de productos del mar que se están siendo analizadas por su organismo y el Instituto de Salud Pública, con apoyo de Sernapesca, la Armada y los pescadores, para verificar la existencia de petróleo en ellos y dependiendo de los resultados se extendería o no la medida precautoria.