El cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, emitió esta jornada una declaración en la que reitera que la Iglesia Católica chilena se enteró de los abusos sexuales contra menores por los que fue sancionado el sacerdote Fernando Karadima “gracias a las denuncias de los demandantes”, afirmando que “no existe ningún antecedente, ni en el proceso eclesiástico ni en el proceso civil, de que el Arzobispado de Santiago haya tenido conocimiento de los abusos sexuales de Karadima antes de que se efectuaran las denuncias”.

Los acusadores del sacerdote Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, y representantes de la Iglesia no llegaron a acuerdo en una nueva audiencia de conciliación entre las partes, en el marco de la querella presentada en contra del Arzobispado de Santiago pidiendo que la jerarquía eclesiástica reconozca su responsabilidad, que se le pida perdón a las víctimas y que haya una compensación.

“La parte demandante nos ha confirmado en la audiencia de hoy su deseo de no continuar las conversaciones para lograr un acercamiento y una conciliación en el juicio que ellos han iniciado en contra del Arzobispado de Santiago”, expresó Ezzati, agregando que junto a los abogados del arzobispado lamentan “muy sinceramente que no se haya podido continuar con las conversaciones que ambas partes llevamos adelante de buena fe, con esfuerzo y con el propósito de contribuir al proceso personal de renovación, curación y reparación que están viviendo los demandantes después de la dramática experiencia y los graves daños que les provocaron los abusos del sacerdote Karadima”.

“Durante estos meses pasados, les expresamos a los demandantes el reconocimiento por el aporte que realizaron con sus denuncias, las que permitieron que el tema fuera conocido por la Iglesia y la sociedad chilena, lo que condujo a comprobar los abusos y sancionarlos”, agregó Ezzati.

El jefe de la Iglesia Católica chilena, señaló que “como pastor de la Iglesia de Santiago, desde que asumí el gobierno de la Arquidiócesis, yo mismo les he pedido perdón de corazón y comprensión por la frustración que les provocó el tiempo que requirió la investigación para comprobar los delitos y el haber sentido que su Iglesia no les acompañó como ellos esperaban. Y en ese sentido, reiteramos durante este proceso ese perdón”.

“Iniciamos este proceso de conciliación con la conciencia de tener visiones distintas sobre algunos hechos. Intentamos acercar esas visiones para construir un relato común que, siendo verídico, pudiera dejar a ambas partes en paz. Para el Arzobispado de Santiago resultaba fundamental que dicho acuerdo se construyera sobre la verdad que es la base de la justicia. En este caso, los abusos cometidos por el sacerdote Karadima sólo vinieron a ser conocidos por las autoridades de la Iglesia gracias a las denuncias de los demandantes. Efectuadas las denuncias, estas fueron investigadas y el sacerdote sancionado. Luego, la justicia civil confirmó estos hechos”, expuso.

“No existe ningún antecedente, ni en el proceso eclesiástico ni en el proceso civil, de que el Arzobispado de Santiago haya tenido conocimiento de los abusos sexuales de Karadima antes de que se efectuaran las denuncias por los demandantes. En ese sentido nos parece que atribuir complicidad y encubrimiento de los abusos al Arzobispado es injusto y contrario a la verdad”, aseguró Ezzati.

“Será en definitiva el tribunal el que resuelva la controversia. Por nuestra parte, reiteramos nuestro compromiso fundamental con las víctimas y nuestra disposición al diálogo con los demandantes, siempre sobre la base de la verdad y el respeto mutuo”, sostuvo el religioso.