Las fuerzas estadounidenses realizaron el viernes nuevos ataques aéreos contra el Estado Islámico en el norte de Irak, que permitieron “eliminar terroristas”, indicó el Pentágono.

Según el portavoz del departamento de Defensa, contraalmirante John Kirby, un ataque realizado con un dron “eliminó terroristas” que usaban un mortero. Luego, cuatro aviones caza lanzaron un total de ocho bombas que neutralizaron un convoy y un mortero cerca de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.

Algunas horas antes, dos cazas lanzaron bombas de 250 kg sobre una pieza de artillería móvil de Estado Islámico (EI), con la que habían atacado a fuerzas kurdas en Erbil y amenazaban al personal estadounidense estacionado allí.

Es la primera vez que Estados Unidos se involucra en Irak desde que retiró sus tropas en 2011. Recordemos que el presidente Barack Obama autorizó estas incursiones el jueves de noche para evitar “un genocidio” y detener el avance de los extremistas suníes que amenazan a las minorías cristianas y yazidis y al Kurdistán iraquí.

La Casa Blanca no ha fijado un límite de tiempo para los ataques aéreos, pese a temores de que Washington se vea arrastrado nuevamente al conflicto en el país árabe.

“El presidente no ha fijado una fecha específica”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest a los periodistas, pero insistió en que “un conflicto militar prolongado que incluya el involucramiento estadounidense no está sobre la mesa”.

De su lado, el departamento de Estado dijo que Obama, crítico de la controvertida invasión de Irak en 2003, tenía base legal firme para los ataques ya que los líderes religiosos y políticos de Bagdad, incluyendo el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, apoyaron la operación.

“El gobierno iraquí y los líderes iraquíes (…) nos han invitado y, en efecto, nos pidieron esta asistencia. Ese es el principio que se aplica allí”, dijo una portavoz del departamento de Estado, Marie Harf, a periodistas.

La líder del Partido Demócrata de Obama en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que apoyó la reciente operación como un camino “para evitar una masacre del pueblo yazidi y otras minorías religiosas en Irak”.

Obama partirá el sábado de vacaciones a una pequeña isla en Massachusetts (noreste), anunció la Casa Blanca. Preguntado sobre un eventual cambio del programa debido al comienzo de los bombardeos en Irak, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó que no se consideró necesario en ese momento.

El presidente estará con equipamientos de comunicación sofisticados y acompañado de sus consejeros de seguridad nacional, lo que le permite “tomar decisiones propias de un comandante en jefe de las fuerzas armadas”, subrayó.

“Si fuera necesario regresar a la Casa Blanca, el vuelo de Martha’s Vineyard a Washington no es muy largo”, añadió.