Los primeros restos mortales de las víctimas del vuelo MH17 derribado en Ucrania salieron este miércoles hacia Holanda, donde se declaró un día de duelo nacional en homenaje a sus 193 ciudadanos fallecidos en la tragedia.

Seis días después de la catástrofe que dejó 298 muertos en una zona controlada por los separatistas prorrusos del este de Ucrania, numerosos cuerpos podrían seguir en el lugar donde cayó el avión, según el primer ministro australiano, Tony Abbott.

La zona en la que se estrelló el avión malasio estaba desierta el miércoles por la mañana, sin ningún socorrista ni guardia a la vista, indicó un periodista de la AFP.

“Es muy posible que siga habiendo allí muchos cuerpos, al aire libre, bajo el sol en pleno verano europeo, sometidos a interferencias y a los estragos del calor y de los animales”, estimó Abbot.

En Jarkov, una ciudad del este de Ucrania bajo control del gobierno de Kiev, se guardó un minuto de silencio en el aeropuerto desde donde salió el primer avión con los restos mortales de las víctimas, poco antes de mediodía (09H00 GMT).

Un total de 40 cuerpos saldrán el miércoles en dos aviones militares con destino a Holanda.

Las cajas negras, entregadas a los investigadores holandeses, llegaron el miércoles a Gran Bretaña y fueron entregadas a expertos británicos para ser analizadas.

Holanda dirigirá la investigación internacional sobre las causa del siniestro, que ha provocado una ola de indignación en todo el mundo, aunque es poco probable que se puede determinar el origen del misil que derribó el avión.

El Boeing 777 que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur fue derribado el pasado jueves por un misil disparado desde la zona controlada por los insurgentes con el apoyo de Rusia, según Estados Unidos.

“Un error”

Un alto responsable de los servicios de inteligencia estadounidenses que pidió el anonimato afirmó que “la explicación más plausible es que se trató de un error”.

Según esta versión, el misil habría sido lanzado por una persona “mal entrenada” utilizando un sistema de misiles tierra-aire de fabricación rusa Buk que requiere cierta destreza y entrenamiento.

El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó por su parte que si Rusia sigue con su estrategia de desestabilización en Ucrania se se enfrentará a “costos adicionales”

La Unión Europea acusa a Rusia de entregar armas a los insurgentes y prepara nuevas sanciones.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, depositó el martes por la noche unas flores ante la embajada holandesa en Kiev y se entrevistó por teléfono con el primer ministro holandés, Mark Rutte.

Holanda propuso enviar en colaboración con Australia y otros países víctimas de la catástrofe “una misión policial bajo la tutela de la ONU” para preservar el lugar del siniestro, dijo Rutte.

Tras varios días bloqueados por los insurgentes, la mayor parte de los restos mortales llegaron el martes a Jarkov a bordo de un tren frigorífico. Pero según la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) todavía hay fragmentos de cuerpos no protegidos en el lugar de la catástrofe.

Los responsables holandeses solo han confirmado la recepción de 200 cuerpos sobre un total de 298 víctimas.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, llamó el miércoles a Rusia a “hacer más en dirección a los separatistas que impiden de forma inaceptable el control de la zona” .

Mientras tanto la situación sigue siendo tensa en las dos capitales regionales del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, controladas por los separatistas.

Tres civiles murieron en las últimas 24 horas en Lugansk. En Donetsk se registraron combates en los últimos días y se oyeron explosiones y disparos durante la noche, según el ayuntamiento.