La familia de Ricardo Harex entablará este lunes una denuncia contra quienes resulten responsables de la muerte en mayo pasado de un testigo clave en la investigación de la desaparición del joven de Punta Arenas en el 2001.

Juan Esteban Cárdenas Cárdenas de 60 años confesó ante la Policía de Investigaciones, que participó del entierro del cadaver del joven en la casa de reposo Juan Pablo II, perteneciente a la iglesia Católica, recinto que aseguró administraba por esos años.

En su testimonio, Cárdenas habría reconocido que vertió soda cáustica sobre los restos del adolescente, con la intención de disolver su cuerpo y luego lo enterró, siguiendo las órdenes del sacerdote Rimsky Rojas y otras tres personas quienes le habrían pagado 120 mil pesos para llevar a cabo la misión.

Los familiares presumen un homicidio, pues el hombre murió un mes después de declarar ante la policía. Su causa de muerte fue informada como una supuesta hemorragia hepática la que no contaría con un informe de autopsia que confirme la causa de muerte, según informó el abogado de la familia Juan José Arcos.

Arcos aseguró que este lunes interpondrán una denuncia contra quienes resulten responsables del fallecimiento de Cárdenas.

El Obispado de Magallanes a través de un comunicado de prensa, desmintió que Cárdenas trabajara para la iglesia católica y aseguraron que era un indigente que habría recibido la ayuda del Hogar de Cristo para la rehabilitación del alcoholismo.