En paro indefinido se encuentran los funcionarios de la Superintendencia de Educación en el Bío Bío, quienes acusan que dejar de trabajar para el ministerio y pasar a ser trabajadores del ente fiscalizador les trajo perjuicios, tanto económicos como familiares.

Luego de la creación de la Superintendencia de Educación, la planta de trabajadores fiscalizadores del Ministerio de Educación pasó a depender directamente de esta nueva entidad.

Por este motivo es que los trabajadores se encuentran en paro, ya que sostienen que dicha medida les perjudicó tanto en la renta, por la diferencia de grados que asumieron, como en su situación familiar, puesto que se vieron obligados a trasladarse desde las distintas provincias de la región a la sede central en Concepción.

Marcelo Jara, presidente de funcionarios de la región del Bío Bío, comentó que si bien reconocen que es un problema que se gestó en el Gobierno anterior, tienen confianza en ser escuchados por las autoridades actuales.

Entre otras de las demandas, se encuentra en homologar los grados como funcionarios públicos, ya que son una de las superintendencias regionales con mayor diferencias respecto a la Metropolitana.

Ociel Ringele, fiscalizador de la superintendencia de la provincia de Ñuble, señaló que antes del traslado él podía desempeñar su labor en su ciudad natal, donde era más eficiente el trabajo. Ello ya que conocía los establecimientos rurales y eran de fácil acceso, algo que no ocurre ahora.

Por otra parte, los trabajadores afirmaron que el edificio donde está ubicada la Superintendencia Regional, en calle Aníbal Pinto con avenida Los Carrera, no se encuentra en condiciones de ser ocupado, lo cual sería corroborado por un documento de la municipalidad.