Estados Unidos dijo el jueves que se oponía a cualquier intervención militar de Siria en la crisis que sacude a Irak, enfrentado a una ofensiva de extremistas sunitas, cuando el régimen de Damasco ha sido acusado de lanzar ataques aéreos contra los yihadistas.

El ejército sirio llevó a cabo esta semana ataques aéreos contra insurgentes del lado sirio de la frontera con Irak, declaró este jueves a la BBC el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.

La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Marie Harf, no confirmó los bombardeos, pero afirmó durante una rueda de prensa que una intervención militar del gobierno sirio de Bashar al Asad no sería “de ninguna manera saludable para la seguridad de Irak”.

“El desafío de la seguridad en Irak no puede y no debería ser resuelto por el régimen de Asad, o por milicias financiadas y mantenidas por otros países de la región”, insistió Harf.

El presidente Barack Obama, que se había opuesto a la invasión estadounidense en Irak en 2003, ofreció enviar unos 300 asesores militares al país para respaldar al ejército iraquí ante el avance de los yihadistas, que han ya tomado el control en varios sectores del país.