El juez español que dirige la investigación en que está imputada la hermana del rey Felipe VI por fraude fiscal, se dispone a cerrar este miércoles una instrucción que deberá determinar si se juzga o no a la infanta Cristina.

La imputación en diciembre de 2011 de Iñaki Urdangarin, esposo de Cristina investigado por presunta malversación de dinero público, y después la de la infanta el pasado enero, provocaron un escándalo que contribuyó a hundir la popularidad del rey Juan Carlos, antes de su abdicación el 2 de junio.

Las consecuencias del denominado “caso Noos” constituyen uno de los primeros problemas a los que deberá hacer frente el nuevo monarca, Felipe VI, tras su proclamación el 19 de junio.

En respuesta al escándalo, Felipe VI había prometido, en el discurso con motivo de su jura ante el Parlamento, una “monarquía íntegra, honesta y transparente”.

El juez José Castro, de la Audiencia de Palma de Mallorca, en las mediterráneas Islas Baleares, hará público este miércoles el auto en el que presentará la lista de personas que permanecen imputadas y propone que sean juzgadas, anunció este lunes el tribunal.

La decisión no corresponde sin embargo al juez instructor, sino que será tomada por el tribunal provincial, una instancia superior, una vez examinados los diferentes recursos.

La fiscalía anticorrupción se había opuesto en su momento a la imputación de Cristina por el juez Castro, ante quien declaró el 8 de febrero sospechosa de delito fiscal y blanqueo de dinero.

La infanta, de 49 años, habría, según el magistrado, cooperado con su esposo, imputado junto a su exsocio Diego Torrres por haber presuntamente malversado más de seis millones de euros de dinero público mediante el Instituto Noos, una sociedad sin ánimo de lucro que presidió entre 2004 y 2006 y que firmó varios contratos con gobiernos regionales para la organización de actos relacionados con el deporte.

Impacto para Felipe VI

Cristina era vocal en la junta de Noos, además de ser propietaria al 50% con Urdangarin de la empresa Aizoon, que el juez sospecha fue utilizada como pantalla para blanquear el dinero malversado.

En su declaración ante el magistrado, Cristina, que apareció serena y sonriente ante la prensa, afirmó no tener “nada que ver” con los negocios de su marido y haber participado en Noos y Aizoon porque Urdangarin se lo pidió y ella “confiaba” en él.

Con la abdicación del rey Juan Carlos y la proclamación de su hijo como Felipe VI, Cristina, al igual que su hermana mayor Elena, salió automáticamente del círculo restringido de la familia real.

Este incluye a partir de ahora al rey, a la reina Letizia y a las dos hijas de ambos, Leonor y Sofía, de 8 y 7 años respectivamente, así como a Juan Carlos y Sofía, que mantienen el título de “reyes” con carácter honorífico.

Cristina ya estaba, desde finales de 2011, alejada, al igual que su esposo, exmedallista olímpico de balonmano de 46 años, de todas las actividades oficiales de la familia, primera medida que habían tomado la Casa Real para intentar evitar que el escándalo se propagase.

A este título, la infanta Cristina estuvo ausente el jueves de la ceremonia de proclamación de su hermano ante diputados y senadores reunidos en el Congreso, en Madrid.

Pese a este distanciamiento, queda por ver qué impacto, en el caso hipotético de que fuese enviada a juicio, puede tener el escándalo en la popularidad del Felipe VI, y si la inesperada abdicación de Juan Carlos I logró crear un cortafuegos susceptible de preservar a su hijo.