A pesar de las bravatas y gestos amenazantes, una gran mayoría de los economistas, estrategas y cientistas políticos, están concordando en que todavía es posible evitar la catástrofe de una tercera guerra mundial.

Ello, principalmente porque China no desea el colapso económico de Estados Unidos. Tanto China como Rusia contemplan una arquitectura del futuro político y económico planetario, sobre pilares de equilibrio geopolítico, una economía multipolar y un aparato jurídico de solución de conflictos, que sea suficientemente poderoso para evitar que surja un estado con ínfulas de superpotencia imperial.

Por cierto, eso implica el resurgimiento, renovado y potente, de las Naciones Unidas, y una poderosa voluntad de excluir toda posibilidad de guerra.

Escucha la crónica completa a continuación: