Se aproxima el mundial y con ello la organización de los chilenos para ver los partidos de La Roja. No obstante, como los horarios coinciden con la jornada laboral de muchos, expertos estiman que sólo la primera ronda dejará millonarias pérdidas.

Tomás Burgos, académico de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico, señaló que éstas alcanzarían los 240 millones de dólares, cifras calculadas considerando la pérdida de horas laborales y de producción.

“El primer partido de la Roja será el viernes 13 de junio a las seis de la tarde, y los encuentros contra España y Holanda serán en plena jornada laboral. Tomando en cuenta que un partido dura aproximadamente 2 horas, habría que calcular 5 horas por 2 partidos, sumando el tiempo previo y posterior al evento deportivo”.

Continuó diciendo que “Si consideramos las estadísticas del INE que indican que contamos con una fuerza laboral ocupada de 7.894.770 trabajadores a nivel nacional durante el primer trimestre 2014 y un estudio de trabajando.com que indica que el 76% verá sus encuentros en el trabajo, nos da una masa crítica de 6.000.025 trabajadores que verán los partidos. Luego, a una tasa de costo de hora trabajada promedio para cada trabajador de $2.273, nos da un total de $11.364 por las 5 horas, y eso por la masa crítica suma US$122.850.634 (a un tipo de cambio de $555)”, detalló el profesional.

A esto agregó que “Lo anterior es solo considerando el costo de sueldos por horas no trabajadas. Si a ello le sumamos la no producción, podría perfectamente duplicarse la cifra y pensar en unos 240 millones de dólares. Si Chile pasa a la segunda ronda, habría que evaluar nuevamente los costos adicionales”.

Según Burgos, la baja en la productividad se entendería porque no todo el personal trabajará al 100%, pues estarán más atentos al desempeño de la selección, sumado al ausentismo.

“Sin embargo, las empresas deben anticiparse a esta situación y muchas ya lo han hecho, como permitir a sus trabajadores ver los partidos e instarlos a realizar las labores con más prontitud y fomentar la colaboración. Se puede aprovechar esta instancia para motivar a los trabajadores y generar un ambiente de trabajo más grato, atenuando la pérdida de productividad”, señala.

Asimismo, esto afectaría más a aquellas empresas cuyos trabajadores no tienen que atender público, a las que pueden detener sus faenas, a las empresas de servicios y las que tienen mucho personal administrativo.

En el otro lado, Burgos destaca que también hay factores positivos, pues se genera mayor demanda sobre distintos productos asociados al contexto futbolero, como la compra de televisores, los rubros de alimentación y licores, agencias de viajes, restaurantes, pasajes aéreos, ropa deportiva y también los proveedores de créditos a través de tarjetas bancarias y no bancarias.

“Lo anterior es un efecto de corto plazo que fundamentalmente uno podría asociar a los efectos que tienen el día del padre, de la madre, etc. No provoca grandes efectos sobre la economía; solo favorece al retail y al comercio en general”, sentenció.