Un vecino muestra el lugar de la tragedia | Sohu.com

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En una tragedia familiar acabó la operación de rescate de un teléfono móvil desde una cámara de aguas servidas en China, luego de que las fallidas maniobras dejaran a 2 personas muertas y otras 2 heridas.

El extraño hecho ocurrió el miércoles pasado en la ciudad de Xinxiang, provincia de Henan, donde una mujer no identificada dejó caer accidentalmente su teléfono móvil por el excusado de su vivienda, de forma que este pasó directo al alcantarillado.

A fin de recuperar el aparato de 2.000 yuanes (cerca de 180 mil pesos chilenos), el esposo de la mujer decidió entrar a la cámara de aguas servidas del edificio, un pozo con unos 20 centímetros de desperdicios, sin embargo el fuerte olor y la falta de oxígeno le hicieron perder el sentido en pocos segundos.

Desesperadas por la situación, la madre y esposa del afectado decidieron ingresar a buscar al hombre, pero ambas corrieron la misma suerte.

Entonces, el padre del hombre fue en busca de dos vecinos para que les ayudaran a rescatar a su familia. Los tres entraron a la cámara pero tampoco fueron capaces de salir.

“El olor era demasiado fuerte. Perdí el conocimiento antes de lograr ver nada”, indicó uno de los vecinos al diario local Dahe Daily, según recoge el portal de noticias chino, South Morning Post China.

Finalmente, un grupo mayor de vecinos decidió ingresar atando una cuerda a voluntarios, quienes tomaron turnos para acudir en rescate de los 6 accidentados.

Por desgracia ya era demasiado tarde para el esposo de la mujer que perdió el teléfono y su madre, quienes fallecieron poco después de llegar al hospital. En tanto, la mujer que originó el accidente permanece en la unidad de cuidados intensivos del centro asistencial, mientras que su suegro también quedó hospitalizado en el recinto.

Un médico explicó que las víctimas murieron por asfixia, pese a que no permanecieron más de 5 minutos al interior de la cámara antes de ser rescatados. En tanto, los vecinos culparon a la ambulancia por tardarse más de una hora en arribar al lugar, asegurando que tanto el hombre como su madre aún tenían pulso tras ser sacados del pozo.