La Corte Penal de Apelaciones de Oklahoma ordenó el jueves el cese de las ejecuciones capitales durante seis meses en este estado del centro-sur estadounidense, donde se llevó a cabo una sentencia de muerte con evidentes señales de dolor el pasado 29 de abril.

En una sentencia obtenida por la AFP, el Tribunal falló en favor de un preso del denominado “corredor de la muerte”, Charles Warner, que originalmente iba a ser ejecutado el 29 de abril, dos horas después de que Clayton Lockett, quien falleció por inyección letal luego de más de 40 minutos de agonía.

La Corte fijó ahora la fecha del 13 de noviembre para la ejecución de Charles Warner, condenado a muerte por la violación y asesinato de la niña de 11 meses de su compañera.

Ninguna otra ejecución estaba prevista en Oklahoma.

Las autoridades del Estado de Oklahoma indicaron que aceptaban una postergación de seis meses en las ejecuciones para permitir una investigación sobre el procedimiento.

En un documento presentado el jueves ante la Corte de Apelaciones, Seth Branham, Viceministro de Justicia, advirtió que “el Estado no se opone al aplazamiento de 180 días” de la ejecución de Charles Warner.

Clayton Lockett, condenado por secuestro de tres personas durante un robo, violación de una joven y un asesinato, murió de un ataque al corazón 43 minutos después de recibir una inyección. Normalmente el procedimiento dura unos diez minutos.