El papa Pablo VI, quien reinó de 1963 a 1978, será beatificado en octubre de este año, en el 50 aniversario de su histórico viaje a Tierra Santa, indicaron este martes fuentes religiosas.

El Vaticano no ha confirmado oficialmente la noticia, ya que el decreto con la autorización aún no ha sido firmado por el papa Francisco, explicaron las mismas fuentes.

En numerosas ocasiones el papa argentino ha mencionado a sus predecesores como modelos de santidad para la Iglesia católica, por lo que se estima que Pablo VI será elevado a la gloria de los altares el 19 de octubre de este año, al término del Sínodo de Obispos, asamblea creada por él para democratizar a la milenaria institución.

Pablo VI, cuyo nombre de pila era Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, continuó con el Concilio Vaticano II, la modernización de la Iglesia lanzada por el pontífice anterior, Juan XXIII, quien acaba de ser proclamado santo el pasado 27 de abril junto con Juan Pablo II.

El futuro beato fue el primer papa que visitó los cinco continentes, al realizar diez viajes por el mundo, entre ellos a Colombia.

Fuentes religiosas explicaron que será beatificado al haber intercedido, según el proceso iniciado por la Congregación para la Causa de los Santos en 1993, en la curación inexplicable de un feto con graves deformaciones.

Montini, como suele ser llamado en Italia, fue declarado “venerable” por el papa emérito Benedicto XVI en 2012.

El responsable de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, deberá ser recibido en los próximos días por el papa Francisco, quien deberá firmar durante ese encuentro el decreto que autoriza la beatificación.

UNA CURACIÓN EN LÍNEA CON SU MAGISTERIO, SEGÚN SU POSTULADOR

El postulador de la causa, el padre Antonio Marrazzo, eligió hace varios años un caso de curación “inexplicable” de un niño por nacer, que se habría verificado durante los primeros años de la década de los noventa en California, Estados Unidos.

Para la beatificación se necesita el reconocimiento de un milagro por parte de la Iglesia, que consulta un equipo de médicos y teólogos.

Según fuentes religiosas, la madre se opuso al aborto y quiso concluir el embarazo rogando a Pablo VI, –el pontífice que en 1969 escribió la encíclica “Humanae vitae” en defensa de la vida desde su concepción–, a pesar de que le habían asegurado que el niño habría nacido con serias malformaciones tanto físicas como cerebrales.

Se trata de una curación “en línea con el magisterio” de Pablo VI, adelantó el postulador.

Para constatar la ausencia de consecuencias y su perfecta curación, los médicos de la comisión de la Santa Sede esperaron a que el niño fuera adolescente, explicó la misma fuente.

Las posiciones de Pablo VI sobre el control de la natalidad y contra la píldora anticonceptiva suscitaron críticas y debates, en un momento en el que mundo estaba cambiando, la liberación sexual se imponía junto con las revueltas estudiantiles y los movimientos a favor de la paz y el amor, contra la guerra en Vietnam.

Pablo VI será proclamado beato, primer paso para llegar a ser santo, –para lo cual se necesita un segundo milagro–, 50 años después de que visitara Tierra Santa en enero de 1964.

Un viaje histórico, el primero que hacía un papa, y cuando todavía no había relaciones diplomáticas entre la Santa Sede e Israel.

Durante ese peregrinaje se reunió con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Atenágoras I, lo que abrió el camino a la reconciliación entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, después de más de 500 años del llamado Cisma de Oriente.

Para conmemorar ese momento, el papa Francisco tiene programado una importante peregrinación a Tierra Santa (Jordania, Israel y la Autoridad Nacional Palestina) del 24 al 26 de mayo.