Un sencillo sistema compuesto por una jeringuilla llena de esponjas que se aplican directamente en la herida podría limitar los estragos de una de las principales causas en muerte en combate: la hemorragia.

La tasa de supervivencia para los soldados estadounidenses heridos en combate en Irak y en Afganistán ha alcanzado un nuevo récord de cerca del 90%, con 6.800 muertos por 51.900 heridos. Estos resultados son en buena parte producto de la mejora del auxilio prestado sobre el terreno durante la primera hora, crítica, en la que el soldado debe de ser evacuado a un hospital.

Sin embargo, cerca de un cuarto de las muertes en combate son consideradas como “potencialmente evitables” por un estudio del Ejército estadounidense que examinó 4.596 fallecimientos entre 2001 y 2011. En nueve de cada diez casos, una hemorragia masiva causa el fatal desenlace.

“La hemorragia es la principal causa de muerte en el campo de batalla y uno de los casos más difíciles de contener (…) es cuando proviene de heridas profundas sobre las cuales es imposible aplicar un torniquete o hacer presión manual”, explica el doctor Anthony Pusateri, responsable de estudios sobre hemorragias del Pentágono.

Una revolución para la medicina de guerra

Desde 2005 cada soldado estadounidense está equipado con los accesorios para hacerse un torniquete, lo cual permitió reducir la mortalidad de los heridos en las piernas o brazos en un 85%.

Pero cuando la arteria seccionada se encuentra en la ingle, la axila o el abdomen los socorristas quedan a menudo desamparados.

Por eso la agencia reguladora de medicamentos y alimentos en Estados Unidos aprobó la semana pasada la comercialización del XStat, un jeringuilla de tres centímetros de diámetro cargada de 92 esponjas expansibles de la talla de un comprimido.

“El XStat es un instrumento nuevo que puede ser desplegado rápidamente, permitiendo un control rápido de la hemorragia para estabilizar un herido antes de su transporte”, saluda la agencia en un comunicado.

Las esponjas se inyectan en el centro de la herida, su expansión llena la cavidad y presiona el origen de la herida, frenando la hemorragia en unos quince segundos. “Ni siquiera hace falta presionar”, explica a la AFP John Steinbeugh, Director de Desarrollo de RevMedX, la empresa de altas tecnologías que creó XStat.

Cada esponja está embebida de un producto antihemorrágico y son visibles bajo rayos X para evitar que se olvide dentro del cuerpo.

Frenar las hemorragias posparto

Las Fuerzas Especiales del ejército estadounidense fueron los impulsores del proyecto, para el cual otorgaron una beca de 5 millones de dólares a RevMedX en el 2009. En un primer momento se pensó en un sistema similar al de la reparación rápida de los neumáticos.

“Empezamos con espuma expansiva, con geles, pero nada funcionaba, eran expulsados” por la presión sanguínea, explica John Steinbaugh. A un colega se le ocurrió utilizar las pequeñas cápsulas para niños que por ejemplo se transforman en “dinosaurios gigantes” cuando se ponen en contacto con el agua.

“Decidimos utilizar esponjas comprimidas” y enseguida funcionó, explica Steinbaugh. El ejército estadounidense ya ha encargado las jeringas y varios países se muestran interesados.

El invento tiene además otras aplicaciones fuera del ámbito militar. La empresa obtuvo en 2013 una beca de la Fundación Bill y Melinda Gates con el objetivo de sacar al mercado una jeringuilla adaptada a las hemorragias posparto, que “causan muchas más muertes en el mundo que los combates”.

XStat

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