Este viernes se conmemora el Día Mundial del Sueño, fecha que tiene como objetivo hacer conciencia de los riesgos que están asociados a alteraciones de esta fase natural del organismo, y en Chile, según la última Encuesta Nacional de Salud realizada en 2013, un 50% de las personas sufre algún trastorno asociado a este fenómeno, lo que afecta la vida personal y la salud.

Este día, el 14 de marzo, a las 10:30, 11:20 y 15:30 horas, la Red de Salud UC Christus, que está conformada por un equipo multidisciplinario de profesionales compuesto por neurólogos especializados en trastornos del sueño, broncopulmonares, otorrinolaringólogos, psiquiatras, psicólogos y enfermeras, tiene preparadas tres charlas abiertas a todo público que se realizarán en sus instalaciones, ubicadas en el Centro Médico San Jorge, Nevería esquina Cruz del Sur, Metro Escuela Militar, Las Condes.

La neuróloga y directora de dicho Centro, Julia Santin, expresó que “el sueño es un proceso importantísimo en la fisiología humana, porque dentro de sus funciones está la restauración física y mental, además de su participación en los procesos de aprendizaje y consolidación de la memoria”.

“Por eso, -agregó- cuando existe un trastorno en esta área, la persona afectada experimenta fallas de atención, memoria y concentración; irritabilidad y menor rendimiento laboral o académico. Además, la privación crónica de sueño, es decir, dormir menos de lo necesario, favorece la obesidad, predispone a la aparición de diabetes y aumenta el riesgo cardiovascular”, explicó Santin.

Los trastornos del sueño más comunes son el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas. Existen también los trastornos del ciclo de sueño-vigilia, conocidos popularmente como “sueño cambiado”.

Igualmente, se han detectado conductas anormales como el sonambulismo, sueños violentos o levantarse a comer durante la noche.

“Estos trastornos se agudizan por factores como el estrés, los malos hábitos y por situaciones que causan ansiedad, como los problemas económicos o la inseguridad. Como consecuencia, la persona sufre dolores de cabeza o sensación de cabeza abombada, tiene fallas en la atención, la memoria y concentración. Por otro lado, puede sufrir mal humor, problemas en las relaciones interpersonales, mayor propensión a la depresión y más riesgo de sufrir un accidente de tránsito”, detalló la especialista.

Dijo que para poder tener una buena calidad de sueño es importante mejorar nuestros hábitos y consultar a tiempo a un especialista si el problema es más grave.

La especialista entregó algunos consejos prácticos: “se debe entrar al dormitorio y acostarse sólo cuando se tenga sueño. En espera del sueño la persona puede leer, excluyendo temas relacionados con la actividad laboral o académica”.

“Hay que mantener un horario estable para levantarse”, expresó la neuróloga. “También hay que evitar estimulantes como el café, té, chocolate, bebidas de fantasía que contengan cafeína, cigarrillo o alcohol. Eliminar las siestas, ver televisión en la cama y las cenas abundantes. Apagar el computador y el teléfono temprano”

Del mismo modo, hay que “dejar un tiempo de tranquilidad antes de acostarse para ir pasando de un ambiente de actividad a uno más relajado. Reservar el dormitorio sólo para dormir y para la actividad sexual y lo más importante: evitar resolver problemas y planificar actividades mientras se esté en cama. Si tiene cosas pendientes, dejarlas anotadas antes de irse a dormir y no mirar el reloj cuando se despierte en la noche”, concluyó la especialista.