Por más que tratemos de evitarlo, nuestro cuerpo suele hablar por nosotros. Cómo nos paramos, cómo movemos las manos o los pies, la inclinación de nuestras caderas u hombros pueden ser algunos de los signos que nos ponen en descubierto de cuando estamos interesados o no en alguna persona.

Muchas veces no prestamos atención a estas señales, que en gran parte de las ocasiones hablan incluso más que las palabras. Es fundamental que estemos al tanto de lo que el cuerpo comunica, ya que esta herramienta puede servirnos en muchas áreas de nuestra vida.

Larisa Michell, sicóloga clínica y terapeuta corporal del Centro de Integración Cognitivo Corporal, declaró que muchas veces tendemos a confundir ciertas señales dentro de lo que tendemos a ver coridianamente. “Hay que nivelar en general lo que se llama plasticidad emocional”, indicó.

En ese contexto, Michell señaló que hay ciertas estructuras físicas que suelen tener relación con la depresión, habiendo una correlación de los cuerpos con lo que sienten. Para combatir esta enfermedad, hay ciertos ejercicios corporales, con los que se puede salir de la tristeza o los miedos.

Es por esto que hay que tener mucha atención con la postura que cada persona tenga, porque puede mostrar una serie de sentimientos “normales”, sin embargo, en el fondo esconde un síntoma depresivo.

Escucha cómo descubrir este tipo de patologías y cómo interpretar la comunicación no verbal en la entrevista realizada por Patricio Cuevas, en Expreso Bío Bío: