Luego de la polémica salida de Eva Gómez como animadora, el Festival de Viña del Mar 2014 se aprestaba a renovar su anfitriona oficial por primera vez en 3 años.

El rol recayó en la modelo y conductora Carolina de Moras, por entonces recién llegada a las pantallas de Chilevisión desde TVN, donde había conducido el “Buenos Días a Todos” junto a Felipe Camiroaga.

Amada y odiada tanto por el público como por sus colegas televisivos, la esbelta osornina mantenía la expectiva respecto de cómo sería su desempeño en el escenario más importante de nuestro país, toda vez que llenaría el papel junto a un experimentado -y por momentos hiperventilado- Rafael Araneda.

Si bien De Moras supo salir airosa de su primera jornada en la Quinta Vergara, su nerviosismo cada vez que enfrentaba al “Monstruo” se hacía evidente, realizando anuncios con una voz débil, entrecortada y enredando continuamente la pronunciación debido a la inseguridad, sobre todo durante las competencias internacionales.

Pese a esto, la conductora de “La mañana de Chilevisión” supo echar mano de su simpatía para conquistar al público, el cual perdonó sus faltas con afabilidad, en espera de que crezca su confianza a medida que avanza el certamen viñamarino.