El ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, confirmó que es efectiva la presencia de un ciudadano chileno en la nación oceánica de Fiji, quien se mantiene internado de suma gravedad.

Moreno comentó que el cónsul nacional en Nueva Zelanda, Sebastián Molina, lo acompaña en su tratamiento y desarrolla las gestiones correspondientes.

Ello, para intentar trasladarlo a Chile, donde recibiría una atención médica ajustada a su condición.

El caso de Rodrigo Díaz Urra

Rodrigo Díaz Urra, de 32 años, viajó a Nueva Zelanda pero, al vencerse su visa, tuvo que trasladarse a Fiji, donde a raíz de diversos problemas económicos se vio en la necesidad de trabajar de voluntario en el Ejército de Salvación.

Al poco tiempo comenzó con problemas estomacales, presumiblemente a causa de su constante alimentación en carros ambulantes.

A tales síntomas, se agregó un hormigueo en las extremidades derechas del cuerpo, mareos y leves problemas de expresión verbal, los cuales devinieron en una parálisis parcial de dicho sector, problemas de estabilización y lenguaje.

En Fiji sólo pudieron practicarle un scanner, el cual arrojo dos posibilidades: infección, bacteria o parásito alojado en el cerebro, o un tumor cerebral.

La espera por un mejor tratamiento trajo consigo el agravamiento del estado de salud de Rodrigo, quien se mantiene hasta hoy hospitalizado, asistido por sondas, con parálisis general y compromiso de conciencia.

Por ello, la única recomendación viable y posible para tratarlo, indican sus cercanos, es trasladarlo de regreso a Chile en un Avión Ambulancia con monitoreo constante y asistencia de ventilador mecánico.